Las claves estratégicas para el crecimiento de la empresa familiar

Hablar de empresa familiar es hablar de fortaleza, de unión, de capacidad de adaptarse a los cambios y de transformar los desafíos en oportunidades. Ahora que la recuperación parece consolidarse, es momento de sentar las bases para el crecimiento de una parte imprescindible de la economía nacional y de su tejido empresarial, pues el 89% de las empresas españolas son familiares y generan el 67% del empleo del sector privado. “Tras superar un periodo especialmente complejo, llega el momento de levantar la mirada hacia el medio y largo plazo y adoptar decisiones estratégicas para garantizar el crecimiento y la diversificación, con el objetivo último de que la empresa familiar sea más resiliente ante futuros eventos disruptivos”, explica Miguel Ángel Faura, socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España.

Llega el momento de levantar la mirada hacia el medio y largo plazo y adoptar decisiones estratégicas para garantizar el crecimiento y la diversificación, con el objetivo último de que la empresa familiar sea más resiliente ante futuros eventos disruptivos
Miguel Ángel Faura
Socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España

Toca ahora, por tanto, decidir qué y cómo. Precisamente este debate acerca de cuáles deben ser los ejes sobre los que se asienten la recuperación y fortalecimiento de la empresa familiar española tendrá lugar en el XXIV Congreso Nacional de la Empresa Familiar, bajo el lema ‘Trabajamos por una sociedad mejor’ y con la sostenibilidad, el propósito, la inversión de impacto y el crecimiento como temas centrales.

Personas y propósito, el binomio ganador

Si algo define a la empresa familiar es el papel central que ocupan las personas. Atraer y cuidar el talento es clave para el desempeño de cara al futuro, para fortalecer la compañía y también para afrontar posibles periodos de incertidumbre. Por ello, contar con profesionales que crean en el proyecto, que se sientan valorados y cuidados, no solo física, sino también emocionalmente y que sientan que tienen un proyecto atractivo para el desarrollo de su carrera profesional resulta indispensable para garantizar el crecimiento futuro. La gestión estratégica de personas se torna ineludible.

En este sentido, también cobra especial importancia visibilizar la función que las compañías cumplen en las comunidades en las que desarrollan su actividad. Las empresas familiares dinamizan las economías locales, creando empleo y generando prosperidad. En definitiva, contribuyen a las sociedades en las que están presentes. Este es su propósito, que integran en todas sus actividades, conscientes de que el prestigio de la compañía es el de la familia.

El éxito a futuro de la empresa familiar estará en aunar lo que ya llevan años haciendo con la capacidad de adaptarse a un entorno cambiante, con un usuario más digital, que demanda mayor compromiso de las compañías en los asuntos sociales y medioambientales
Miguel Ángel Faura
Socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España

“El éxito a futuro de la empresa familiar estará en aunar lo que ya llevan años haciendo con la capacidad de adaptarse a un entorno cambiante, con un usuario más digital, que demanda mayor compromiso de las compañías en los asuntos sociales y medioambientales”, destaca Miguel Ángel Faura.

Con ADN sostenible

En línea con ese impacto en la sociedad, está la sostenibilidad, cuestión que ha cobrado especial relevancia en los últimos años y que ninguna estrategia empresarial podrá dejar de lado de ahora en adelante. Por su propia definición, la empresa familiar tiene una conexión y cercanía intrínsecas con el entorno donde desarrolla su actividad, lo que les dota de una sensibilidad especial cuando se trata de cuidar el entorno.

De cara al futuro, esta tendencia no parará de crecer ya que todos los grupos de interés demandan cada vez más un compromiso férreo con el medioambiente y la sociedad. Y es aquí donde entran en juego los criterios ESG (acrónimo de Environmental, Social and Governance), aspecto que cada vez está más integrado en las estrategias de las empresas familiares. Aunque son las cotizadas las que sienten una mayor presión por actuar conforme al compromiso social y medioambiental, empresas familiares de todos los tamaños y sectores están haciendo suyo también este objetivo, entendiendo que el crecimiento o será sostenible y responsable o no será. De hecho, la empresa familiar ya lleva parte de este camino recorrido también en cuanto al buen gobierno. Muchas ya cuentan con un consejo de administración, mientras que otras ya tienen reuniones familiares programadas o códigos de conducta, que muestran cierta consistencia en este sentido. Además, están avanzando en la definición y aplicación de indicadores ESG precisos y medibles, que sin duda contribuirán a reforzar y hacer visible su compromiso.

La importancia de la financiación alternativa para crecer

Con respecto al crecimiento, escalar en tamaño ha sido siempre el gran reto de las empresas familiares, pues el tamaño está directamente relacionado con la resiliencia. A mayor tamaño, mayor resiliencia y, en consecuencia, mayor capacidad de maniobra a la hora de enfrentar periodos de incertidumbre o crisis. Sin embargo, la mayoría de las empresas familiares son de tamaño reducido, por lo que es clave trabajar en su crecimiento.

En este sentido, la colaboración con otras empresas y entidades, la internacionalización o la diversificación de productos y servicios son algunas de las estrategias para crecer y ganar músculo. Y todo ello precisa de financiación. Frente a las fuentes tradicionales, están adquiriendo un protagonismo creciente las fuentes alternativas, que los directivos de las empresas familiares tendrán que valorar para determinar su encaje en sus estrategias de crecimiento.

No obstante, estas soluciones deben realizarse bajo el paraguas de los valores que definen a la empresa familiar y que constituyen su factor diferencial frente a otros actores de mayor tamaño: la cercanía, el factor humano, la sostenibilidad y la innovación.

El impulso decisivo de los Fondos Europeos

Esta idea de crecimiento en base a unos valores y una transformación de la sociedad está recibiendo un impulso sin precedentes gracias a los Fondos Europeos, que tienen como objetivo invertir e impulsar proyectos que ayuden a construir un futuro más sostenible, digital, resiliente e igualitario. España, que ya ha recibido los primeros 9.000 millones de euros, podría recibir hasta 140.000 millones a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de aquí a 2026.

Las empresas familiares, por su desempeño en el ámbito de la sostenibilidad, su conocimiento del territorio y, especialmente, su permeabilidad están llamadas a ocupar un lugar central en la ejecución de estos fondos, claves para su transformación, su crecimiento y, por tanto, la prosperidad de las comunidades en las que están presentes.

Grandes empresas y Administraciones Públicas deberán velar por que así ocurra. Como se ha indicado anteriormente, la mayoría de las empresas familiares son pymes. El Plan de Recuperación, tal y como se especifica desde el Gobierno, ha tenido como uno de sus objetivos incluir y fortalecer la participación de este tipo de empresas. En 17 de los 30 componentes se recogen iniciativas dirigidas a ellas. En el componente 13 se prevén inversiones de 4.894 millones de euros en emprendimiento, crecimiento, digitalización e innovación, apoyo al comercio e internacionalización.

La colaboración entre Administración y sector privado será imprescindible para que los fondos se ejecuten y cumplan el objetivo de transformar y mejorar la economía y sociedad actuales
Miguel Ángel Faura
Socio responsable de Empresa Familiar de KPMG en España

“Los fondos suponen una oportunidad sin precedentes para la empresa familiar que debe gestionarse de manera eficiente para que nadie se quede atrás. Aquí la colaboración entre Administración y sector privado será imprescindible para que los fondos se ejecuten y cumplan el objetivo de transformar y mejorar la economía y sociedad actuales”, subraya Miguel Ángel Faura.