Retos para un futuro basado en el talento

Tras los últimos meses en los que empresas, sociedad civil y dirigentes políticos han tenido que hacer frente a una situación sin precedentes, ahora es momento de reflexión y de debate para sentar las bases de un nuevo futuro: más sostenible, resiliente, digital, pero, sobre todo, más humano. Así lo afirmó Juan José Cano,  presidente de KPMG en España, en la clausura del evento FORUM 2021, que se celebró el pasado 23 de septiembre de 2021 y congregó a líderes políticos, empresariales y de la sociedad civil para analizar el papel del talento en la construcción de una España más verde, próspera e inclusiva. “El talento es un elemento diferencial para las empresas y, en consecuencia, también para nuestra economía, y una palanca para generar valor, impulsar el crecimiento y avanzar en el progreso social”, destacó Cano, quien se mostró optimista sobre esta etapa de transformación en la que la sociedad española está inmersa.

Y es que las perspectivas de la economía nacional son prometedoras. De acuerdo con las previsiones de verano del FMI, España será la economía de la UE que más crezca en 2021 (6,2%) y la economía avanzada que experimente una mayor expansión en 2022 (5,8%). A ello se suma la llegada de los fondos del Plan Europeo de Recuperación, que, con una inversión de 140.000 millones, 70.000 en ayudas directas, contribuirá a construir un nuevo modelo productivo, más competitivo que garantice el crecimiento a medio y largo plazo.

El talento es un elemento diferencial para las empresas y, en consecuencia, también para nuestra economía, y una palanca para generar valor, impulsar el crecimiento y avanzar en el progreso social”
Juan José Cano
Consejero delegado de KPMG en España

Pero para materializar estas previsiones, será necesario impulsar un cambio de mentalidad que ponga la formación, el bienestar de las personas, el propósito o la diversidad en el centro de las estrategias institucionales y corporativas con el fin de cuidar, mantener y potenciar el principal activo de una sociedad: el talento.

Sin formación no hay progreso

Una de las principales palancas en las que se debe centrar el foco de ahora en adelante es la formación. Ya lo adelantaba Alvin Toffler en El shock del futuro: “Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender”. En un mundo en constante cambio y en el que la incertidumbre está a la orden del día, el lifelong learning, el aprendizaje a lo largo de la vida es y será un imperativo indiscutible. Tal y como destacó Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación, la educación será clave para afrontar los nuevos retos del futuro.

Y uno de ellos es la digitalización. Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, hizo hincapié en la necesidad de potenciar las capacidades digitales de la sociedad española, objetivo que ha impulsado el Plan Nacional de Competencias Digitales. Artigas defendió un modelo educativo que forme para profesiones que aún no existen y fomente el desarrollo de las 4 ces: computación, comunicación, colaboración y creatividad.

Precisamente, Jaume Miquel, presidente y consejero delegado de Tendam, señaló que ante el cambio de modelo que está experimentando la sociedad española “o hay creatividad o es difícil” llevarlo a cabo.

Ser capaces de adaptarse a estos cambios es responsabilidad tanto individual como de los centros, las políticas de formación y las empresas.  Por un lado, la formación profesional deberá promover la adquisición de competencias relacionadas con la digitalización, la innovación o la sostenibilidad. “Cada año, hay 4.000 personas que no pueden acceder a las carreras tecnológicas porque no hay plazas, cuando se trata de competencias altamente demandadas por las compañías, que no ven cubiertas sus necesidades de personal en este ámbito. Por eso, debemos casar las necesidades de las empresas con la formación”, subrayó Iker Berricat, consejero delegado de Adecco Group, en la mesa sobre empleabilidad de la jornada en la que también participaron Santiago Íñiguez, presidente ejecutivo de IE University; Fátima Báñez, presidenta de la Fundación CEOE; y Salvador Tasqué, consejero delegado de la Fundación Princesa de Girona.

La diversidad como generador de valor para la sociedad

Tal y como señaló Xiana Margarida Méndez, secretaria de Estado de Comercio del Gobierno de España, “España cuenta con una mano de obra muy cualificada, diversa, con experiencia y también con creatividad y eso es muy importante para el país”.

Como destacó Juan José Cano, “al crear grupos de trabajo con personas de distinto sexo, origen o edad, se ponen en común distintos puntos de vista, conocimientos, capacidades y experiencias, lo que permite tener una visión más completa de los retos y definir soluciones más acertadas”. Sin embargo, para alcanzar una diversidad plena, “todos tenemos parte de responsabilidad”, apuntó Helena Herrero, presidenta y consejera delegada de HP, quien añadió que esta debe ser inclusiva e igual. “No puede depender del lugar de residencia, el poder adquisitivo, etc., como tampoco se puede dejar a un lado el talento senior o el femenino”.

"Al crear grupos de trabajo con personas de distinto sexo, origen o edad, se ponen en común distintos puntos de vista, conocimientos, capacidades y experiencias, lo que permite tener una visión más completa de los retos y definir soluciones más acertadas”
Juan José Cano
Consejero delegado de KPMG en España

Los participantes en la mesa sobre valores hicieron hincapié en la necesidad de promover una cultura del encuentro. Alberto Durán, vicepresidente del grupo Ilunion y de la Fundación Once planteó que, para responder al reto de la diversidad, es necesario que la sociedad española se plantee “hasta qué punto somos un país abierto e integrador” y recalcó que, si la representación de una organización no es diversa, esa organización “no está haciendo una buena lectura de la sociedad”.

El propósito y los valores, motores de la motivación de las personas

Ahora que los ciudadanos exigen una mayor involucración por parte de las empresas en los retos comunes, es fundamental que las acciones de una compañía estén vinculadas a su razón de ser, al servicio que quieren ofrecer a la sociedad. Trabajar en un proyecto en el que uno cree y que está dispuesto a defender es fundamental para sentir pasión por lo que uno hace, dar el máximo y, en consecuencia, aportar mayor valor a la compañía y a la sociedad en su conjunto.

Como señaló el padre Ángel García, presidente de Mensajeros de la Paz, “los valores tienen más valor que nunca”. De ahí el papel cada vez más relevante del propósito en las estrategias corporativas y cómo no, en las políticas de atracción y retención del talento. “Los profesionales aspiran a que su carrera sea coherente con su forma de pensar y vivir. Quieren sentir que su labor contribuye al progreso de la sociedad” declaró Juan José Cano.

Bienestar: la salud como prioridad

No obstante, aunque contar con un talento formado, diverso y comprometido es crucial, difícilmente será un agente de cambio si no se atiende a lo más esencial de las personas: su salud física y mental, que ha cobrado especial relevancia en los últimos meses y un papel protagonista en las políticas internas de las compañías.

 Así, una de las claves del modelo de trabajo que ya se puede denominar actual es la flexibilidad. Gracias a la generalización del teletrabajo, las personas tienen más libertad para conciliar, con lo que se ha alcanzado una mayor productividad y atención a la salud emocional de los profesionales. De hecho, según el reciente informe CEO Outlook 2021, publicado por KPMG, los primeros ejecutivos apuestan más por medidas de flexibilidad: el 38% de los CEO españoles asegura que la mayoría de sus empleados teletrabajará al menos dos días a la semana, un dato que está en línea con las previsiones globales (37%).

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, afirmó en FORUM 2021 que “la característica del mundo empresarial del siglo XXI está sustentada en la flexibilidad” y propuso un modelo en el que los trabajadores participasen en el diseño de sus jornadas.

Por su parte, Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid, hizo hincapié en el papel que la calidad de vida desempeña en la atracción de talento y destacó que en la capital se trabaja por que los ciudadanos puedan llevar a cabo sus proyectos personales y profesionales.

Un nuevo liderazgo

Alberto Durán, vicepresidente del grupo Ilunion y de la Fundación Once, insistió en la idea de que la sociedad civil propusiera modelos de liderazgo. No cabe duda de que la transformación que está viviendo la sociedad española exige un nuevo liderazgo, más humano y cercano, en todos los ámbitos.

Juan José Cano destacó el papel que los líderes desarrollan en la promoción del talento. “Deben apoyar el crecimiento de sus equipos, proponiéndoles retos que les motiven, fomentando su participación en la búsqueda de soluciones y proporcionándoles las herramientas y capacidades para superar estos desafíos”, explicó.

Precisamente, para potenciar que el talento de una organización crea en el proyecto, es indispensable que también vea las oportunidades de desarrollo profesional que le esperan en su organización, sin las cuales, puede caer en la desmotivación y en la desesperanza. A este respecto, Ramón Aragonés, consejero delegado de NH Hotel Group, defendió que se debe acudir al mercado “cuando realmente se necesita y promover la promoción interna para que los trabajadores crean en esa promoción y continuidad dentro de la empresa”.

Y la administración debe también ejercer ese tipo de liderazgo. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, destacó que, en momentos de transformación como este, “la sociedad ha de liderar ese cambio, las instituciones han de apoyar y acompañar a todos en el camino”.