Hacia una interoperatividad entre las normas del ISSB y de la UE sobre los informes de Sostenibilidad

La puesta en marcha de los estándares que permitan a las empresas informar sobre su desempeño en sostenibilidad sigue dando pasos al tiempo que se abren nuevos retos.

Uno de esos retos se centra en la existencia de diferencias clave entre la serie de propuestas sobre informes de sostenibilidad lanzadas en la primavera de 2022 a través de los dos principales emisores: proyectos de norma de propuestas de Normas NIIF de Información en materia de sostenibilidad del Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) y las Normas Europeas de Información en Materia de Sostenibilidad (ESRS) del Grupo Consultivo Europeo en materia de Información Financiera (EFRAG), este último dependiente de la Comisión Europea.

Se han identificado diferencias en ambos proyectos en los principios, estructura, conceptos, terminología y bases de valoración que fundamentan los desgloses en los informes corporativos sobre la sostenibilidad. Aparte de las diferencias conceptuales, basadas en recientes respuestas a las consultas abiertas por los dos organismos, lo que preocupa a los responsables de preparar la información son los aspectos prácticos a la hora de adoptar requisitos desiguales.

Algunas de estas diferencias son relevantes, impulsadas por las prioridades y la legislación de la UE. No obstante, el hecho de reconocer las áreas que esencialmente son iguales y distinguir las que deben ser diferentes debe supone un impulso a la interoperatividad. Ambos conjuntos de propuestas incluyen requisitos para ofrecer la información que los inversores necesitan, por lo que debe existir un área de intersección. Identificarla y hacerla visible permite apoyar a las empresas que desean aplicar ambos conjuntos de requisitos.

Al debatir esta relación operativa entre ambos proyectos de normas, ISSB y EFRAG estarán allanando el camino para una solución práctica para los preparadores que aplican ambos nuevos conjuntos de estándares de sostenibilidad. Este enfoque resulta útil ya que aliviaría la carga de los preparadores que cumplen con ambos conjuntos de estándares, pero debemos ser conscientes de que la interoperabilidad exige que los requisitos sean los mismos, no simplemente similares.

Enfoques sobre la materialidad

Las propuestas del ISSB se centran en las necesidades de información de inversores, acreedores y otros prestamistas. La información se considera material si se espera que su omisión, incorrección u ocultamiento pueda influir razonablemente en las decisiones que toman los usuarios de estos informes financieros basándose en esa información que suministra una entidad concreta.

Por su parte, el borrador de las Normas Europeas de Información sobre Sostenibilidad (ESRS, por sus siglas en inglés) se centra en las necesidades de los grupos de interés en general: inversores además de clientes, proveedores, empleados, comunidades locales y reguladores, por ejemplo. La información es material con arreglo al principio de «doble materialidad»: información que bien es material desde una perspectiva financiera, o bien produce un efecto material en las personas, en el medio ambiente, o en ambos.

Desde nuestro análisis, se produce un solapamiento significativo en el tipo de información solicitado en las propuestas, pero también algunas diferencias clave.

  • Las propuestas del EFRAG han sido diseñadas para satisfacer las necesidades de un grupo de destinatarios y requisitos legislativos de la UE más amplios. Esto genera requisitos de información adicionales en virtud de las ESRS.
  • Las propuestas del EFRAG incluyen requisitos detallados sobre 11 temas sobre medio ambiente, sociales y de buen gobierno. Las del ISSB proporcionan principios a seguir a la hora de presentar información sobre todos los temas de sostenibilidad relevantes, pero requerimientos detallados únicamente sobre clima.
  • Las propuestas del ISSB ya incluyen requisitos sobre clima específicos de cada sector. Las propuestas equivalentes de las ESRS se desarrollarán posteriormente.
  • En algunas áreas se solicitaría información similar de diferentes maneras, lo que abre interrogantes sobre si una misma información desglosada podría satisfacer diferentes demandas.

¿Cuál es el criterio más reciente del ISSB?

La vicepresidenta del ISSB Sue Lloyd ha considerado una posible vía de avance al Consejo de Información en materia de Sostenibilidad del EFRAG, que apoyaría a las empresas que desean aplicar conjuntamente las normas tanto del ISSB como del EFRAG. Se centra en la identificación de un área común de intersección: un subconjunto de los requisitos que se armonizarían suficientemente de modo que una norma cumpla la otra.

El reto de colaboración entre el ISSB y los órganos de la UE consiste en maximizar el contenido en esta intersección, evitando la situación de contar con requisitos similares que no puedan ser incluidos en la intersección por ser sutilmente diferentes.

ISSB

En este sentido, el consejo del ISSB en su reunión de octubre adoptó decisiones para mostrar al EFRAG un indicio claro de la dirección de su proceso de elaboración de normas y propiciar la expansión de esta área de encuentro de los requisitos. Sus decisiones se agilizaron para proporcionar seguridad al EFRAG antes de la publicación de borradores de normas actualizados en noviembre.

Por su parte, el EFRAG también ha debatido los siguientes aspectos:

  • armonización con el ISSB sobre los:
    • conceptos de materialidad financiera y cadena de valor.
    • contenido de requisitos de revelación trasversales; y
    • arquitectura de sus normas (i.e., empleo de la estructura marco del TCFD); e
  • introducción de información a revelar incluida en la NIIF S2 propuesta, pero que actualmente no está en las ESRS propuestas.

¿Qué efecto práctico tiene esta propuesta?

Crear un área de intersección clara aportaría certidumbre a las empresas que aplican normas tanto del ISSB como del EFRAG de que al aplicar una podrían cumplir ambas. Ello permitiría el mantenimiento de áreas de diferencias donde fuera preciso, pero crearía eficiencias que permitirían la presentación de información más efectiva y reduciría costes a los responsables de su preparación.

Se trata de una potencial vía de avance, aún pendiente de acordarse y sujeta a cambios. No obstante, proporciona una visión de cómo podrían los responsables de la preparación aplicar conjuntamente los requisitos de las normas del ISSB y EFRAG sin duplicación o costes innecesarios.

En este sentido, desde la dirección de las empresas sería oportuno hacer seguimiento de las nuevas deliberaciones sobre las normas del ISSB y el EFRAG para observar cómo avanza este debate; considerar los procesos, sistemas y controles diseñados para cumplir múltiples conjuntos de requisitos, pero seguirá siendo necesario gestionar diferencias; considerar cómo puede estructurarse la presentación de información para incorporar múltiples conjuntos de requisitos.