El regulador europeo, la ESMA1, ha publicado una declaración en la que destaca las áreas donde van a centrarse los reguladores nacionales europeos cuando revisen la información financiera anual de 2020 de sociedades cotizadas. El objetivo es fomentar la aplicación uniforme de las NIIF y de los requisitos de información específicos de la UE.
La prioridad principal de la ESMA, dado el significativo impacto de la COVID-19, es el desglose transparente y oportuno sobre los efectos de la pandemia en los resultados la posición y los flujos de efectivo. La ESMA hace hincapié asimismo en la importancia de la revelación de información no financiera, con una atención renovada en cuestiones sociales, de los empleados y de cambio climático.
Aunque los temas incluidos en la declaración son los considerados más relevantes por la ESMA a nivel europeo, es probable que otros organismos reguladores fuera del continente también presten atención a estos mismos temas. No obstante, la lista de temas no es exhaustiva, y los reguladores nacionales pueden tener áreas de atención adicionales.
Las principales áreas de atención serían las siguientes:
La ESMA incide en la necesidad de revelar información de manera transparente y específica que mejore la comprensión y la confianza en los estados financieros por parte de los usuarios.
La ESMA hace hincapié en la importancia de desglosar información suficientemente detallada sobre la valoración por parte de la empresa de su capacidad para mantenerse en funcionamiento cuando dicha valoración requiere aplicación significativa de juicios de valor. El regulador espera que los responsables de las compañías en la preparación de la información financiera tengan en cuenta toda la información disponible sobre el futuro que, como mínimo, pero sin ánimo limitativo, sea relativa a los doce meses siguientes a partir de la fecha de presentación. El nivel de detalle dependería de los hechos y las circunstancias específicos de cada empresa.
Se deben desglosar incertidumbres materiales relativas a sucesos o condiciones que puedan arrojar dudas significativas sobre la capacidad de la empresa para continuar en funcionamiento. Incluso si la dirección concluye que no existen incertidumbres materiales, el regulador aboga por desglosar los juicios de valor significativos aplicados para llegar a esa conclusión. La ESMA espera que las hipótesis empleadas en la valoración del principio de empresa en funcionamiento sean coherentes con las utilizadas en otras áreas de los estados financieros de la sociedad; por ejemplo, información prevista en la NIIF 7 Instrumentos financieros: Información a revelar sobre exposiciones a riesgos de liquidez y otros riesgos financieros.
Se debe explicar cómo ha afectado la COVID-19 a los juicios de valor significativos y la incertidumbre en las estimaciones; por ejemplo, las hipótesis que subyacen al deterioro del valor de los activos, la recuperabilidad de los activos por impuestos diferidos y las valoraciones del valor razonable. Dadas las actuales condiciones del mercado, la ESMA recomienda con insistencia que las empresas faciliten información sobre la sensibilidad de los valores contables a los métodos, hipótesis y estimaciones que respaldan sus cálculos.
Asimismo, la ESMA recomienda cautela en relación con la presentación por separado de los impactos de la COVID-19 en la cuenta de resultados debido a su omnipresencia. En lugar de ello, insta a que se presente en las notas información cuantitativa y cualitativa sobre impactos, incluida la metodología aplicada en su determinación. Espera que las empresas elijan un tipo de presentación que no lleve a equívocos y ofrezca una imagen clara y sin sesgo de las áreas de los estados financieros afectadas por la COVID-19.
Se recuerda asimismo que se debe facilitar referencias cruzadas adecuadas si se desglosa la información sobre el impacto en múltiples notas de los estados financieros.
Más información en nuestro artículo sobre impactos en la cuenta de resultados de la COVID-19.
La recuperabilidad de los activos no financieros es una preocupación constante especialmente en la actual coyuntura. El impacto negativo de la COVID-19 puede haber producido la activación de uno o varios indicadores de deterioro del valor de la NIC 36. En consonancia con su declaración previa sobre informes semestrales, la ESMA sigue incidiendo en la necesidad de tener en cuenta los efectos de la pandemia de COVID-19 a la hora de valorar cualquier indicador de deterioro del valor en activos no financieros.
La ESMA recuerda que una prueba de deterioro del valor realizada respecto del último periodo intermedio de presentación de información no sustituye al requisito de realizar otra cuando existe un indicio de deterioro del valor. Hace hincapié en que la escala de cambios razonablemente posibles en las principales hipótesis empleadas en la comprobación del deterioro del valor puede ser mayor de lo habitual. Asimismo, recuerda que la prueba de deterioro del valor anual respecto de una unidad generadora de efectivo (UGE) a la que se ha asignado fondo de comercio se realiza en el mismo momento cada año.
La ESMA espera que se refleje si hay una incertidumbre significativa que afecta al entorno económico en la valoración de pérdidas crediticias esperadas sin que exista sesgo. Se recuerda a las empresas que deben utilizar toda la información razonable y fundada, incluidas las predicciones económicas, que estén disponibles sin coste y esfuerzo indebidos.
La revelación adecuada de riesgos derivados de instrumentos financieros —en particular el riesgo de liquidez y las sensibilidades a los riesgos de mercado— es esencial. La ESMA subraya que la COVID-19 puede haber generado nuevos riesgos financieros significativos —por ejemplo, nuevos riesgos de liquidez derivados de la renegociación de la deuda— que no existían anteriormente o que previamente no se consideraban significativos.
Más información en nuestro artículo sobre Concesiones al alquiler en el contexto de la COVID-19
En línea con la tendencia de los últimos ejercicios, el regulador europeo también señala otras áreas de atención sobre la información que las entidades exponen al mercado. Son las siguientes:
Dado el impacto generalizado en las actividades de las empresas en relación con cuestiones no financieras, la ESMA reclama transparencia respecto de las consecuencias de la COVID-19 y las acciones de mitigación realizadas.
La ESMA recuerda los requisitos a los responsables de la preparación en sus directrices sobre medidas alternativas de rendimiento, que pretenden fomentar la utilidad y la transparencia de dichas medidas. Asimismo, la ESMA destaca sus directrices publicadas en abril de 2020 para ayudar a los responsables de la preparación a aplicarlas en el entorno actual.
Finalmente, la ESMA también destacan otros aspectos a tener en cuenta.
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