¡Brexit update! Es el momento de tomar medidas

A menos de 50 días de que se produzca la salida de Reino Unido de la Unión Europea, se mantiene una gran incertidumbre sobre el resultado final de las negociaciones, no pudiéndose descartar ningún escenario, desde la posibilidad de un “no acuerdo”, hasta algún tipo de alianza más “suave”, en línea con la propuesta del partido laborista británico.

En este complejo entorno, las autoridades británicas y europeas, así como las españolas, están recomendando a los agentes económicos prepararse para todos los escenarios, incluyendo el “no acuerdo” y están tomando sus propias medidas de contingencia: la Oficina de Aduanas británica comunicaba hace unos días la simplificación temporal de los procedimientos aduaneros a la importación y el Consejo Europeo anunciaba, por su parte, la aprobación de un mandato de negociación para eximir de visado a los ciudadanos británicos que viajen al espacio Schengen por un período inferior a 90 días.

Cada vez son más las empresas que han decidido abordar con urgencia un plan de contingencia, pero muchas todavía no lo han elaborado por no tener clara cómo hacerlo. ¿Por dónde empezar? Antonio Hernández, socio responsable de Estrategia Internacional y Brexit de KPMG en España, destaca las siguientes cuestiones como las más urgentes.

1) Cuestiones legales y regulatorias

“Resulta necesario analizar todos los contratos con contraparte británica para ver los efectos, y, ante la posibilidad de un “no acuerdo”, conviene estar preparado para la falta de reconocimiento de autorizaciones y licencias de actividad, tramitando, en su caso, un doble registro de productos o nuevas licencias”, indica Antonio Hernández. Además, añade que “es necesario prever la eventual introducción de medidas de tipo sanitario o fitosanitario al comercio, y otras consecuencias, como las relativas a la protección de la propiedad intelectual o la transferencia de datos personales”.

2) Cuestiones aduaneras

Si la negociación del Brexit no culmina con un acuerdo, las empresas no dispondrán de un período transitorio durante el que adaptarse a la nueva situación. El Reino Unido pasaría a ser considerado país tercero a partir del 29 de marzo de 2019 y, por tanto, sujeto a las condiciones OMC. En ese caso, se enfrentaría a los mismos costes de importación/exportación dentro y fuera de la UE que cualquier compañía china o estadounidense. A las barreras arancelarias se unirían otras no arancelarias, vinculadas a las formalidades logísticas, aduaneras y para-aduaneras, y otras cuestiones, no tan obvias, como el diferimiento en la recuperación del IVA o los posibles impactos sobre el origen de la mercancía.

Según Antonio Hernández “conviene llevar a cabo una cuantificación del impacto aduanero (incremento potencial de los costes arancelarios, financieros asociados al pago de IVA y logísticos), tanto bajo la hipótesis de un Brexit sin acuerdo, como de un acuerdo de libre comercio en el que no haya aranceles, pero sí otro tipo de costes vinculados al despacho aduanero. Además, resulta aconsejable el diseño de una estrategia aduanera adecuada, valorando el acogimiento a regímenes suspensivos de IVA y arancel o la obtención del estatuto de operador económico autorizado”.

3) Cuestiones financieras

Es previsible que las empresas perciban mayores tensiones de liquidez asociadas a eventuales retrasos en los pagos, caídas de ingresos o volatilidad cambiaria. El capital circulante podría verse afectado por un aumento repentino del inventario, ante requerimientos de clientes para contar con un mayor stock de producto acabado o como consecuencia de penalizaciones por retrasos de entrega por esperas en las fronteras. Todo ello acompañado de la previsible adopción de mayores cautelas por las entidades de crédito en relación con el Brexit

“Resulta necesario revisar los planes de negocio y hacer un diagnóstico del impacto financiero que pueda tener la falta de liquidez, analizando las necesidades de tesorería y previendo las capacidades de apalancamiento o realizando las oportunas coberturas cambiarias“, explica Antonio Hernández.

4) Cuestiones de personal

El Brexit puede tener un fuerte impacto también sobre los empleados. “Sobre todo en cuestiones como la necesidad de visados o el reconocimiento de cualificaciones profesionales“, subraya Antonio Hernández. También conviene prever cambios en la regulación laboral relativos a condiciones de trabajo, sanitarias y de seguridad social, que podrían conllevar nuevas obligaciones administrativas en materia de migración o un incremento de la dificultad para atraer profesionales, en un contexto de gran competencia por el talento para cubrir determinadas posiciones.

¿Qué pueden hacer las empresas? Pueden analizar el impacto de un no acuerdo sobre sus empleados, trabajar en planes de comunicación e informar a sus profesionales sobre los posibles escenarios y sus implicaciones.  Además, pueden trabajar en la planificación de requisitos para futuros visados o permisos de residencia, así como en la renegociación de contratos laborales que contribuya a gestionar con mayor efectividad la situación.

5) Cuestiones relacionadas con la cadena de suministro

En materia de cadena de suministro, la repercusión potencial es muy amplia, de forma que “es conveniente identificar y analizar a los proveedores críticos (incluyendo los operadores logísticos), calibrar cómo les afectaría el Brexit en cuanto a costes o tiempos de entrega y definir un mapa de riesgos que permita tomar decisiones mucho más rápidas y efectivas llegado el caso”, apunta Antonio Hernández.

6) Cuestiones fiscales

Un Brexit sin acuerdo, tendría también un alcance fiscal para las compañías, por lo que “resulta necesario analizar el impacto sobre los flujos de negocio o financieros, los pagos transfronterizos entre clientes y proveedores, o sobre las estructuras societarias o las decisiones de inversión, valorando alternativas para eliminar o minimizar los efectos adversos, o bien aprovechar las ventajas que la nueva situación pueda conllevar” señala Antonio Hernández.

Según concluye, en este momento del proceso, para quien no lo haya hecho ya y, en la medida de lo posible, “es urgente llevar a cabo un autodiagnóstico del grado de exposición y preparación de la empresa ante el Brexit para tomar las medidas oportunas“. A su juicio, “la aplicación de un plan de contingencia requiere su tiempo y cuanto antes se lleve a cabo la planificación ante el escenario más adverso, mayores serán las opciones de mitigar sus efectos sobre la operativa de la empresa”.

En este contexto, KPMG ha elaborado la tercera edición del informe “La empresa española ante el Brexit”, analizando los diversos impactos y el grado de preparación de las empresas.

¿Preparado para el Brexit? Responde a estas tres preguntas y recibe nuestro informe

 

Comentarios (1)

  • Muy interesante la conferencia de hoy 21/02/2019 sobre el Brexit en la cámara de comercio de organizada por KPMG. Destacar la brillante intervención de Maria Antonia del Rio.
    Como siempre el nivel del evento excelente.
    Enhorabuena

¿Quieres participar? Inicia sesión o regístrate