24. Una nueva financiación para una nueva década

Crecer en un entorno incierto requiere de imaginación. Las empresas, en su estrategia para garantizar el crecimiento ante la creciente competitividad y la necesidad de transformarse apuestan en muchos casos por acometer operaciones que les permitan ampliar su presencia internacional, consolidar la cuota de mercado o innovar en un contexto de mayor competitividad y disrupción tecnológica.

Si los últimos años las empresas han acometido profundas transformaciones, la próxima década requerirá de apuestas firmes por la innovación. No tener miedo a la reinvención. De hecho, el 66% de los CEOs españoles ya muestra una actitud activa más que pasiva ante la disrupción y asegura estar dispuesto a romper con el status quo del sector antes que optar por esperar a que la competencia tome la delantera.

Y, en esta necesidad de buscar alternativas y tomar nuevos caminos, la próxima década vendrá marcada por el aumento exponencial de alternativas de financiación que en la actualidad tienen una presencia reducida en el mercado. Principalmente los fondos de inversión, que han experimentado un importante crecimiento en los últimos años

6

de cada 10 directivos españoles apuestan por la banca tradicional en su financiación

50%

peso de los fondos de inversión en la financiación en la próxima década

“La tendencia que observamos es que los fondos van a tener cada vez más peso y los bancos menos, especialmente a través de los préstamos institucionales. El mercado de Term Loan B está muy institucionalizado en el resto de Europa, aunque en la actualidad las compañías españolas no lo conozcan tanto”, explica Noelle Cajigas, socia responsable de Capital Markets de KPMG en España. De hecho, del 95% de financiación ofrecida por los bancos en la actualidad, los expertos apuntan a que en la próxima década pueda reducirse a un 50% al complementarse con los bancos.

Los fondos tendrán cada vez más peso y los bancos menos, especialmente a través de los fondos institucionales
Noelle Cajigas, Socia responsable de Mercado de Capitales de KPMG en España

Las causas del crecimiento esperado de esta alternativa de financiación durante la próxima década se pueden observar analizando el entorno actual. Al complejo contexto en el que se encuentran las entidades financieras, con unos bajos tipos de interés y unas exigentes demandas regulatorias, se une la flexibilidad con la que cuentan los fondos de inversión.

Y es que, pese a que la banca tradicional esté fuertemente arraigada en la economía española, con una fuerte penetración territorial a través de las oficinas y una relación de proximidad y cercanía con las empresas que lleva a una tendencia natural de solicitar financiación como primera opción, el sistema financiero afronta su propia tendencia de cambio.

Pero, más allá del contexto del sistema financiero, los expertos destacan las ventajas de acudir al mercado de capitales. “Los fondos pueden realizar estructuras que los bancos no pueden por plazos, exigencias, tiempos de entrega, etc. Son mucho más flexibles y cuentan con una mayor apertura, por lo que las compañías pueden acceder a financiación a largo plazo para poder desarrollar nuevas estrategias de negocio y crecer”, indica Noelle Cajigas.

Además de la flexibilidad del capital privado, es importante poner en valor el creciente conocimiento industrial del sector. “Dependiendo del objetivo y de la situación de cada compañía, disponer de un private equity puede suponer un impulso en la profesionalización, ya que los fondos cuentan con conocimiento de compañías similares y han acometido estrategias que han generado un retorno y valor, lo que compensa pagar múltiplos más elevados”, sostiene Noelle Cajigas.

Si en los próximos años los fondos apuestan por reducir los retornos hacia el 5%, crecerán de forma exponencial
Juan José Legarda, Director en Debt Advisory de KPMG en España

De hecho, el precio es una de las principales consideraciones de las compañías en la actualidad. Los fondos exigen unos retornos mucho más elevados, entre el 8 y el 10%, por lo que el margen de las entidades continúa siendo elevado. “Si en los próximos años los fondos apuestan por reducir los retornos hacia el 5%, crecerán de forma exponencial, serán más competitivos, especializados y flexibles”, advierte Juan José Legarda, director en Debt Advisory de KPMG en España.

El componente diferencial vendrá de la mano del conocimiento. “En la actualidad numerosas compañías quizá adolecen de cierta desconfianza, desconocen el valor que pueden obtener a través de esta financiación, y quizá haga falta una mayor pedagogía para que visualicen nuevas estructuras, plazos y posibilidades estratégicas. Y con esta visión de otorgar un mayor conocimiento de todas las opciones de disponibles trabajamos los asesores”, afirma  Gonzalo Montes.

Es importante que las compañías conozcan nuevas estructuras de financiación, plazos y posibilidades estratégicas
Gonzalo Montes, Socio responsable de Debt Advisory de KPMG en España

En las nuevas alternativas de financiación, la próxima década también será la de los particulares. Si hace diez años era impensable el desarrollo de una plataforma de crowdfunding, la opción de obtener liquidez en base a aportaciones de poco volumen permitirá hablar de un mercado de deuda de particulares.

“Cada vez el dinero tiene una mayor libertad de movimiento, hace pocos años las únicas operaciones que se hacía con una entidad era retirar e ingresar dinero y ahora a través de una aplicación se pueden realizar múltiples acciones, una tendencia que también calará en el mercado de deuda. A través de un teléfono se podrá prestar dinero a compañías”, afirma Juan José Legarda.

De esta forma, pequeños inversores apostarán por la unión para hacer crecer proyectos innovadores. “Dado el mayor conocimiento y el riesgo limitado a la aportación de esta inversión, en el futuro veremos plataformas que permitirán hacer crecer a start ups prometedoras a cambio de un retorno más elevado”, subraya Gonzalo Montes.

Pero, ¿compiten los fondos de inversión con los bancos? Los expertos apuntan a una convivencia en la que se cubren todas las necesidades de las compañías. De este modo, ya se observan operaciones en las que se analizan estructuras con Term Loan A y Term Loan B, lo que permite disponer de un tramo extra de plazo, con una vida media de la deuda más larga y una estructura de capital mucho más sólida.

En este contexto de mayor presencia de los fondos en las necesidades de financiación se sitúa el menor interés de las compañías en la actualidad por estudiar su salida a Bolsa. Dada la variedad de opciones de financiación, determinadas compañías pueden considerar demasiado costosa la estructura a desarrollar. “Es necesario cumplir requisitos regulatorios, de reporting, transparencia, generar volumen… para compañías con un tamaño medio puede ser más interesante explorar otras opciones”, sostiene José María Alonso Capelo, director en Capital Markets de KPMG en España.