El sector farmacéutico no solo es esencial para la salud y la calidad de vida de las personas, sino también un motor económico clave en las principales economías del mundo. Su papel en el avance médico y científico lo convierte en un pilar estratégico para los gobiernos. En este contexto, España ha definido una nueva estrategia industrial 2024-2028 que coloca las necesidades de salud de la población como eje central para articular un ecosistema integrado de innovación, producción y acceso a los medicamentos, con un enfoque en la sostenibilidad y el control del gasto sanitario. Pero ¿qué pasos quedan por delante?
El programa PROFARMA busca reforzar la competitividad del sector farmacéutico promoviendo actividades de alto valor añadido como la inversión en nuevas tecnologías, la creación de empleo de calidad y el impulso a la igualdad de género. También fomenta la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i). Sin embargo, el programa ha estado paralizado durante los últimos dos años, generando gran incertidumbre en las empresas del sector. Según una respuesta del Gobierno a una consulta parlamentaria en marzo de 2024, la causa principal fue la falta de definición del nuevo Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica, necesario para actualizar y alinear el programa con los nuevos retos del sector.
El Ministerio de Industria ya ha presentado una propuesta que, después de una negativa inicial de Hacienda, finalmente ha sido aprobada por la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE). Esta aprobación permitirá pues la publicación en breve de la convocatoria de PROFARMA 2025 (con datos del ejercicio 2024), incorporando mejoras y nuevos criterios de valoración.
La Estrategia 2024-2028 ha sido elaborada por un grupo de trabajo interministerial —con participación de los Ministerios de Sanidad, Hacienda, Industria, Ciencia y Turismo— junto a las principales asociaciones del sector:Farmaindustria, AESEG, BioSim, ASEBIO, AELMHU, ANEFP y AFAQUIM.
En concreto, se enfoca en tres grandes objetivos:
Esta estrategia está alineada con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y la Estrategia Farmacéutica Europea, y se articula a través de tres ejes principales:
Incluye 11 medidas para mejorar la evaluación de tecnologías sanitarias, fijar precios de forma más eficiente y garantizar el acceso a tratamientos sin comprometer la sostenibilidad del SNS.
Busca consolidar el liderazgo de España en investigación clínica y reforzar el ecosistema de ciencia e innovación en salud. El objetivo es fomentar la colaboración público-privada y acelerar el desarrollo de nuevos productos sanitarios.
Se centra en la creación de la Reserva Estratégica basada en Capacidades Nacionales de Producción Industrial (RECAPI), promoviendo la producción local de medicamentos esenciales y apoyando la transformación digital y ecológica del sector.
Uno de los instrumentos clave dentro de este eje será el renovado PROFARMA 2025, que evaluará el impacto de las ediciones anteriores y adaptará sus criterios para responder a los nuevos retos del sector.
El programa PROFARMA, gestionado por el Ministerio de Industria con apoyo de los Ministerios de Sanidad y Ciencia, clasifica a las empresas farmacéuticas que operan en España en función de su inversión y compromiso con la I+D+i, producción y empleo. Esta clasificación no solo otorga reconocimiento, sino que también permite beneficios fiscales contemplados en la Ley de Garantías.
Entre los objetivos concretos del programa destacan:
Con la experiencia vivida durante la pandemia de COVID-19, la autonomía estratégica se ha vuelto un eje fundamental. La nueva versión del programa priorizará la fabricación local, la diversificación de las cadenas de suministro y el desarrollo de capacidades nacionales para reducir la dependencia exterior.
Jordi García Brustenga, director general de Estrategia Industrial, ya adelantó que los criterios de evaluación de PROFARMA se actualizarán para responder mejor a los desafíos actuales, incorporando factores como la autonomía estratégica sin perder el foco en la I+D.
Por su parte, Jesús Ponce, presidente de Farmaindustria, ha reiterado que las prioridades del sector son claras: mejorar el acceso a los medicamentos, reforzar la I+D y fortalecer el tejido productivo, elementos clave de la colaboración con las administraciones públicas.
Aunque la Estrategia ya fue aprobada por el Consejo de Ministros a finales de 2024, la convocatoria oficial de PROFARMA 2025 está a punto de ver la luz.
El sector confía en que en las próximas semanas se publique la convocatoria mejorada y con novedades, dando así continuidad a un programa clave para la competitividad farmacéutica en España, alineado con los objetivos marcados hasta 2028.
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