Recesión en el corto plazo, pero crecimiento en el medio: así se preparan los CEO

De acuerdo con los principales organismos internacionales, la ralentización del crecimiento es un hecho y algunos mercados podrían experimentar una recesión en los próximos meses. Aunque España se sitúa como la gran economía europea que más crecerá este año y el próximo, no recuperará los niveles previos de la pandemia hasta 2024.

Estas perspectivas sumadas a la elevada inflación, que persiste y posiblemente cerrará el año en el entorno del 8%, la escalada de los precios de la energía y los riesgos geopolíticos derivados de la guerra en Ucrania, dibujan un escenario incierto, con una confluencia de retos de gran envergadura ante los que los CEO tienen que adoptar decisiones rápidas en el corto plazo, sin olvidar el medio.

De hecho, según desvela el KPMG 2022 CEO Outlook, los CEO se sienten preparados para afrontar los desafíos geopolíticos y económicos de hoy y mantienen su confianza en el crecimiento a medio plazo. Un 86% asegura que ha diseñado planes para afrontar una posible recesión mientras que la práctica totalidad, un 98%, ha adaptado o va a adaptar en los próximos seis meses su gestión de riesgos a este contexto complejo.

Una posible recesión, pero suave y corta

Y es que la mayoría de los CEO entrevistados en España, un 96%, prevé que se produzca una recesión en los próximos 12 meses. No obstante, el 64% de ellos anticipa que será suave y corta, mientras que un 98% confía en que sus organizaciones y la economía española crecerán en los próximos tres años. En definitiva, los CEO se muestran prudentes en el corto plazo, pero optimistas en el medio plazo.

Tal y como muestra el informe, están orientando sus agendas corporativas hacia el progreso, apostando, principalmente, por la transformación digital, con una mayor conciencia sobre la urgencia de incrementar la ciberseguridad de sus sistemas y la de su cadena de suministro, así como el desarrollo de una propuesta de valor al empleado que atraiga y fidelice el talento. Todo ello sin dejar de lado la apuesta por las cuestiones ESG.

La ciberseguridad, prioridad en un contexto incierto

En el ámbito de la digitalización, los CEO están destinando la inversión hacia áreas que impulsan el crecimiento, poniendo énfasis en la creación de alianzas y la preparación ante posibles disrupciones. En este sentido, tres de cada cuatro CEO entrevistados en España creen que tienen que ser más rápidos identificando oportunidades digitales y desinvirtiendo en áreas obsoletas.

Dentro del área tecnológica, la ciberseguridad se ha erigido como función estratégica. En España, un 64% de los CEO considera la seguridad de la información como una función estratégica y una ventaja competitiva. “Ante un contexto geopolítico tan complejo, las organizaciones deben permanecer en una posición de alerta constante, lo que se traduce en reevaluar el nivel de exposición y riesgo de las entidades frente ataques de terceros, reconfigurar las defensas ya establecidas e implementar las nuevas medidas de ciberseguridad que sean necesarias”, subraya Marc Martínez, socio responsable de Ciberseguridad en KPMG en España.

Para que la transformación digital avance con éxito es imprescindible contar con el mejor talento, creando una simbiosis perfecta entre personas y tecnología. Y es que la digitalización exige inversiones en tecnología, pero también en el desarrollo de las capacidades y habilidades necesarias para emplearla y garantizar una adecuada gestión del cambio para poder extraer el máximo potencial.

El talento es ya una prioridad operativa innegable

El talento en sí mismo se ha convertido en una de las prioridades para los CEO. En primer lugar, para superar las dificultades de un entorno incierto, pero, sobre todo, para asegurar el crecimiento corporativo.

Si bien es cierto que en el corto plazo las perspectivas de recesión impactarán en el empleo (en España, la mitad de los CEO ha congelado la contratación, un 48% ha valorado reducir su plantilla y un 38% prevé hacerlo en los próximos seis meses), en el medio las perspectivas se mantienen positivas, con un 72% de los encuestados señalando que en los próximos tres años su plantilla va a aumentar.

En este contexto de incertidumbre, la propuesta de valor al empleado se sitúa entre las principales prioridades operativas para alcanzar los objetivos de crecimiento en los próximos tres años. Ofrecer nuevos modelos de trabajo, que respondan a las necesidades de los empleados es fundamental para atraer a potenciales empleados y para fidelizar a los actuales y los CEO son conscientes de ello. Ahora es el momento de analizar diferentes modelos de trabajo y cómo impactan en la propuesta de valor al empleado y en la capacidad de la organización para atraer el talento que necesitan.

En esta tarea, una escucha activa, una comunicación empática y el compromiso de encontrar el equilibrio a largo plazo serán cruciales. “Ahora es más necesario que nunca aplicar un enfoque renovado a las estrategias de atracción y fidelización del talento, que integre los cambios que han experimentado las expectativas y necesidades de los profesionales en los últimos dos años. Así, la flexibilidad en los modelos de trabajo o el bienestar, sumados al propósito de la empresa o su desempeño en los ámbitos ESG, deben ocupar una posición central en la propuesta de valor al empleado”, Cristina Hebrero, socia responsable de People & Change de KPMG en España.

Las importancia del ESG y la información corporativa

Otro factor que se ha consolidado como un elemento diferenciador en la atracción y fidelización del talento son las cuestiones ESG. Los CEO han comprobado que las compañías que registran un buen desempeño en el ámbito ESG muestran una mayor capacidad para atraer y retener talento, fortalecer su propuesta de valor al empleado, fidelizar a sus clientes y acceder a financiación. Según el informe, el 52% de los CEO españoles afirma que los programas ESG contribuyen a mejorar los resultados financieros de la compañía, un dato que es dos puntos porcentuales superior al registrado el año pasado.  De este modo, las estrategias ESG han dejado de ser algo recomendable para pasar a constituir un elemento integral para el éxito de las empresas a largo plazo.

Sin embargo, el contexto tan incierto en el que operan actualmente los CEO también está teniendo sus efectos en los asuntos ESG y la encuesta revela que las empresas están reevaluando sus estrategias en ese ámbito, igual que lo están haciendo en otras áreas corporativas (contratación o transformación). De hecho, ante una posible recesión, un 48% de los CEO españoles ha paralizado o reconsiderado sus planes en esta materia y un 46% prevé hacerlo en los próximos seis meses. “Los asuntos ESG se han convertido en imperativo de obligado cumplimiento y los primeros ejecutivos deben ser conscientes de que, si aminoran el paso en el camino de los asuntos ESG en los próximos meses, será más ardua la tarea de cumplir con sus objetivos en un momento de mayor escrutinio por parte de los grupos de interés”, comenta Ramón Pueyo Socio responsable de Sostenibilidad y Buen Gobierno de KPMG en España.

La atención que prestan los grupos de interés al desempeño ESG de las corporaciones está incrementando: un 74% de los CEO españoles percibe que los grupos de interés han incrementado significativamente sus demandas de más información y transparencia en este ámbito. Esto supone todo un reto para los equipos encargados de elaborar y comunicar la información corporativa, especialmente en lo que atañe a la creación de un discurso convincente sobre el desempeño ESG de la organización. A este respecto, Borja Guinea, socio responsable de Auditoría de KPMG en España, afirma que “nos encontramos en un entorno que exige a los CEO el mayor de los compromisos para integrar en sus organizaciones las mejores prácticas e implementar los controles necesarios para garantizar que todos los grupos de interés cuentan con una información adecuada, rigurosa, útil, y bien contrastada que dé cuenta tanto del desempeño financiero y como del no financiero de la compañía”.

En definitiva, los primeros ejecutivos se están viendo obligados a tomar medidas más inmediatas y adaptar sus planes a las circunstancias de un entorno retador. Pero mantienen tanto sus previsiones de crecimiento como sus planes de transformación, con el talento, la tecnología y las cuestiones ESG como piezas angulares de los mismos.