Sabina Fluxá, vicepresidenta y CEO de Iberostar: “Necesitamos unir esfuerzos que nos permitan seguir creando oportunidades de empleo y reconstruir el sector sobre una visión de largo plazo con bases más sólidas”

Para Sabina Fluxá el propósito y los valores son parte de su ADN, la guía con la que abordar con éxito el futuro. Pero, como parte de una nueva generación que apuesta por la innovación y la digitalización, pone especial énfasis en aunar esfuerzos para alcanzar un modelo de negocio más responsable y sostenible con el medioambiente. Sin olvidar la relevancia de fomentar el talento, el activo más preciado para una economía de éxito, a través de la formación en nuevas capacidades y habilidades que garanticen la inclusión y prosperidad de toda la sociedad.

PREGUNTA. La sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático han calado en la sociedad, por lo que los viajeros demandan destinos sostenibles y un turismo responsable con el medio ambiente. ¿Cómo se está adaptando el sector a esta mayor exigencia y de qué manera se pueden establecer metas y datos objetivos que guíen en la toma de medidas?

RESPUESTA. El sector está respondiendo con modelos de turismo cada vez más responsables. En nuestro Grupo llevamos ya varios años impulsando un movimiento pionero llamado Wave of Change con el que ya hemos conseguido, por ejemplo, ser libres de plásticos en todas nuestras operaciones a nivel global. Este movimiento está basado en políticas de economía circular para ser libres de residuos en 2025, 100% responsables en nuestra cadena de suministro de productos del mar también en 2025 y neutrales en emisiones de carbono en 2030. También nos compromete a mejorar la salud de los ecosistemas que rodean nuestros hoteles, compensando un mínimo del 75% de las emisiones mediante soluciones de carbono azul en 2030. En Grupo Iberostar hemos incorporado la ciencia en nuestro modelo de negocio, apoyándonos en los datos y en la tecnología.

Los viajeros cada vez más prefieren inspirarse y gestionar toda su experiencia en entornos digitales cuyo uso se ha acelerado con la pandemia y la incorporación como clientes de las nuevas generaciones nativas digitales. ¿Podría decirnos cómo desde Iberostar están afrontando este proceso tanto de inspiración como de gestión de la experiencia del cliente en esos entornos digitales, así como el uso del dato para generar experiencias personalizadas?

Para generar experiencias personalizadas, llevamos ya varios años recopilando datos de todos nuestros clientes y tenemos perfiles internos de analistas de datos que nos ayudan a interpretar esta información para la toma de decisiones. Para desarrollar y personalizar las experiencias tenemos en cuenta las fases de pre-estancia, estancia y post-estancia. Por ejemplo, en la fase de pre-estancia hemos implementado ya un proceso de reserva a través de nuestra web muy customizado y que está incrementando considerablemente la conversión. Durante la estancia, adaptamos todo nuestro F&B a las nacionalidades y diferentes temporadas del año a través de la analítica de datos.

“La sociedad y también las personas, los empleados, se quieren vincular con proyectos empresariales que tienen en cuenta el impacto que su actividad genera en el entorno, y que ese propósito trasciende no solo al plano económico sino al social, al medioambiental”
Otro de los cambios más relevantes en las demandas del viajero es el mayor escrutinio sobre el propósito de las compañías con las que interactúa en sus destinos, buscando sentirse identificado con su cultura y valores. ¿Cómo ha evolucionado el propósito en la compañía para responder a esta realidad y de qué manera crees que fortalece el vínculo con los clientes?

No cabe duda que las crisis aceleran las tendencias. Estamos viendo desde hace ya años que la sociedad y también las personas, los empleados, se quieren vincular con proyectos empresariales que tienen en cuenta el impacto que su actividad genera en el entorno, y que ese propósito trasciende no solo al plano económico sino al social, al medioambiental. En Grupo Iberostar el propósito se fundamenta sobre unos valores que son centenarios. Hemos evolucionado la formulación del propósito, no su raíz ni sus orígenes, que están vinculados a nuestro ADN y a nuestro carácter de empresa familiar.

Este propósito, que es especialmente relevante en las compañías familiares, debe ser compartido por todos los empleados de la compañía, para hacerles partícipes del proyecto común. En tu experiencia ¿en qué aspectos es necesario poner el foco a la hora de comunicar con éxito el propósito a nivel interno?

El propósito se transmite con el ejemplo. La clave del éxito, para nosotros, está en la propia experiencia de los empleados. El propósito va más allá de comunicar con éxito: significa también sentirlo, involucrar a nuestro talento y hacer a todos nuestros empleados partícipes para que lo vivan en primera persona. Es también una cuestión de esfuerzo colectivo. En Iberostar trabajamos la formación de nuestro talento y fomentamos y cuidamos el engagement de los empleados.

“El propósito va más allá de comunicar con éxito: significa también sentirlo, involucrar a nuestro talento y hacer a todos nuestros empleados partícipes para que lo vivan en primera persona”
El sector se encuentra ante un punto de inflexión, de profunda transformación con el objetivo de continuar siendo diferencial a nivel global, adaptándose a un nuevo entorno y perfil de viajero. ¿Qué papel crees que debe tener la colaboración público-privada para que este proceso culmine con éxito?

Es clave establecer una estrecha colaboración entre empresas y administración pública, especialmente para los destinos maduros. Necesitamos unir esfuerzos que nos permitan seguir creando oportunidades de empleo y reconstruir el sector sobre una visión de largo plazo con bases más sólidas. Sin esa colaboración es muy difícil el éxito. La responsabilidad ante la sociedad es compartida y también debe serlo el trabajo.