María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter: “La incorporación de criterios ESG a la hora de diseñar nuestros productos y gestionar nuestros activos es algo que los bancos tenemos muy asumido e interiorizado”

Tras una década al frente de una de las principales entidades financieras del país, María Dolores Dancausa mira hacia la próxima con optimismo, aunque consciente de la importancia de la adaptación al cambio. Del relevante papel del sector en una economía más sostenible, pero también de la necesaria apuesta por la digitalización como vía para conocer y mejorar las necesidades de los clientes. Y, por supuesto, de la relevancia de cómo impulsar el crecimiento formativo y el talento de los profesionales de forma continuada.

PREGUNTA. En los últimos años la inversión sostenible ha ido ganando un mayor protagonismo en los mercados financieros. Teniendo en cuenta que la transición hacia una economía verde se ha situado como una de las palancas de crecimiento, se espera una mayor relevancia tanto en el ámbito nacional como en el europeo. ¿Cómo está respondiendo la banca a esta tendencia?

RESPUESTA. La concienciación social en favor de la inversión sostenible es hoy una tendencia muy extendida a nivel mundial, que sin duda va a ir a más en los próximos años, y en la que se pone de manifiesto que esta inversión además de ser sostenible es también rentable, con resultados iguales o superiores a los obtenidos por la inversión tradicional. Por ello, la incorporación de criterios ESG a la hora de diseñar nuestros productos y gestionar nuestros activos es algo que los bancos tenemos muy asumido e interiorizado, en línea con lo que cada vez más nos demandan nuestros clientes.

Por otro lado, esta tendencia no es algo acotado a los productos de inversión, sino que incluye también los productos de activo, como los préstamos verdes, y se hace extensible a la entidad en su conjunto, siendo uno de nuestros objetivos impulsar la sostenibilidad como una estrategia transversal en toda nuestra organización.

Según un informe de KPMG y Funcas, los clientes digitales representan ya el 60% del total en la mitad de los bancos españoles. Las interacciones digitales permiten conocer mejor al cliente, pero también incrementan los riesgos en torno a la protección de sus datos. ¿Cómo se enfrenta el sector financiero a estas dos caras de la digitalización?

El sector financiero español está acometiendo desde hace tiempo un proceso de transformación muy eficiente que nos sitúa en posiciones más avanzadas que otros países de Europa. En Bankinter no somos, precisamente, unos recién llegados a esta tendencia, ya que desde hace décadas forma parte de la base de nuestra estrategia: crecer orgánicamente mediante la innovación y no a través de la mera expansión física. Creemos que el tiempo nos ha dado la razón ya que, actualmente, el 93% de nuestros clientes operan digitalmente con Bankinter.

Esa propuesta omnicanal facilita al cliente la relación con el banco e incrementa su interacción, lo que nos permite conocer mejor sus necesidades y ofrecer un mayor grado de personalización, lo que redunda en una mayor calidad del servicio prestado. Es obvio que en la digitalización y en la gestión de los datos existen riesgos con los que tenemos que convivir, pero a grandes rasgos creo que debemos enviar un mensaje de seguridad y de tranquilidad a los clientes, dado que estos riesgos están acotados y no son superiores a los de otras actividades.

“Debemos enviar un mensaje de seguridad y de tranquilidad a los clientes, dado que los riesgos vinculados con la digitalización están acotados y no son superiores a los de otras actividades”
Uno de los retos asociados a la digitalización es evitar que determinados colectivos se queden atrás, ya sea por falta de capacidades o de medios técnicos. ¿Qué medidas se pueden poner en marcha para evitar la exclusión de parte de la sociedad por razones tecnológicas en su actividad?

Es cierto que la digitalización es un camino que no todas las personas, ni todas las empresas, ni siquiera todos los territorios recorren de manera acompasada y a la misma velocidad. Desgraciadamente hay colectivos que, por cuestiones económicas o de edad, por falta de conocimientos o incluso porque viven en zonas donde la cobertura digital no es la adecuada, pueden quedar descolgados con el consiguiente riesgo de exclusión.

En ese sentido, creo que desde las diferentes Administraciones Públicas se deberían acometer medidas para que la digitalización, que es la alfabetización del siglo XXI, alcance a todas las personas y a todos los rincones de nuestra geografía. Con la llegada de los fondos europeos tenemos una fantástica oportunidad de realizar grandes avances al respecto y equilibrar ese déficit que, en el ámbito de la digitalización, pero también en muchos otros, ha generado desigualdad de oportunidades entre las personas y entre los territorios.

El propósito y los valores de la empresa cada vez son más importantes a la hora de captar talento, ya que para las nuevas generaciones constituyen un factor decisivo cuando buscan empleo. ¿Cómo integráis vuestro propósito y valores en vuestra estrategia de captación y retención de talento?

Una empresa con valores firmes, con una gestión activa del gobierno corporativo, con una buena reputación y un buen desempeño social y ambiental es cada vez más una empresa con capacidad para retener y para atraer el mejor talento. Bankinter ha sido, tradicionalmente, un banco atractivo para atraer talento, y al mismo tiempo una entidad en la que su plantilla muestra un elevado orgullo de pertenencia y un alto nivel de compromiso.

En este sentido, me gustaría poner en valor que en los últimos 10 años hemos sido la única entidad financiera que ha seguido creciendo en plantilla, lo que en un entorno como el actual, es un hecho admirable y a contracorriente. Dentro de esa estrategia, estamos desarrollando diferentes planes de atracción de talento joven, especialmente en perfiles técnicos, y también de perfiles sénior en áreas comerciales. Aunar esos dos perfiles e integrarlos en nuestra cultura está siendo un éxito, y está en gran medida detrás del crecimiento experimentado por la entidad en los últimos tiempos.

"Una empresa con valores firmes, con una gestión activa del gobierno corporativo, con una buena reputación y un buen desempeño social y ambiental, es cada vez más una empresa con capacidad para retener y para atraer el mejor talento"
¿Qué papel crees que debe desempeñar la banca en la gestión y ejecución de los fondos europeos, fundamentales para impulsar el crecimiento y la transformación de nuestra economía?

A mediados de junio, el Plan de Recuperación español recibió la luz verde de Bruselas, lo que nos sitúa ante una oportunidad que no podemos desaprovechar como sociedad, que va a suponer de impulso y transformación de nuestra economía, y para cuya correcta distribución y anticipación va a ser necesaria la labor de los bancos. Contamos con un profundo conocimiento de las empresas y de los sectores económicos y, a su vez, disponemos de una capilaridad suficiente para llegar a todos los niveles del tejido productivo.

En Bankinter hemos habilitado un minucioso plan para asesorar y ayudar a los clientes en la preparación y tramitación de los proyectos de inversión susceptibles de recibir esta ayuda. Creo sinceramente que contar con un socio financiero solvente, de confianza y con experiencia en el negocio de empresas va a ser especialmente importante en el momento actual.