Marc Murtra, presidente de Indra: “El talento de las personas es el activo base de una compañía tecnológica”

Marc Murtra está acostumbrado a aprovechar las oportunidades que brinda el entorno económico y empresarial. Por ello, adopta una mirada optimista ante los retos que tiene ante sí, y se muestra consciente de la relevancia de adquirir compromisos ambiciosos en materia de sostenibilidad y de adaptarse al nuevo paradigma que trae consigo la digitalización. Como principal palanca para un futuro más competitivo, el directivo sitúa el crecimiento profesional de todos los empleados, promoviendo la colaboración y la innovación.

PREGUNTA. En el objetivo compartido de alcanzar una economía más sostenible, las empresas tienen un papel crucial, para lo que es necesario hacer un seguimiento en indicadores clave como la huella de carbono, la huella hídrica, el consumo energético... ¿Cómo valoras los avances que están realizando las empresas para hacer de su compromiso con la protección del planeta un objetivo concreto y medible?

RESPUESTA. Muchas empresas han recogido las inquietudes de la sociedad y ahora son suyas. Podría decirse que aún estamos dando los primeros pasos hacia una economía sostenible, pero son los pasos más difíciles pues requieren cambios, costes, innovación, y también ahorros. Nos encontramos en el momento de tomar decisiones que no son sencillas, y adquirir compromisos ambiciosos y específicos a medio plazo.

La hoja de ruta para la descarbonización de Indra recoge el objetivo de ser neutrales en emisiones de carbono para 2050. Es un compromiso público y está muy presente en todas las decisiones de la compañía. Esto nos empuja y fuerza a impulsar iniciativas de gran calado en esta dirección.

Al mismo tiempo, los esfuerzos de nuestros clientes en pos de la sostenibilidad se están traduciendo en una creciente demanda de oferta tecnológica con impacto, lo cual, hemos de decirlo, es además una ventaja para nosotros. Tenemos la oportunidad de convertirnos en un referente en oferta tecnológica sostenible.

El big data ha ampliado decididamente su rango de aplicación en los últimos años y se ha integrado en el día a día de numerosos sectores, con objetivos y actividades muy diversos. ¿Cuáles son los beneficios operativos de este proceso y qué tendencias crees que se consolidarán en este ámbito a corto plazo?

El dato es ya un game changer y un activo que, bien utilizado, es estratégico para las empresas. En sus orígenes, el conocimiento profundo del consumidor concentró buena parte de la actividad de analítica avanzada. Sin embargo, desde comienzos de siglo, la combinación con técnicas de IA abrió poco a poco su aplicación a otros sectores y áreas funcionales –operaciones, RRHH, riesgos…–. Así que hoy en día podemos encontrar sus beneficios en todos los ámbitos de negocio: más ingresos, mayor eficiencia, y rapidez y efectividad en la toma de decisiones.

Experimentamos un crecimiento acelerado del negocio en torno al dato, que ha llegado para quedarse. Nos estamos adentrando en un nuevo paradigma de negocio, que crecerá y será más complejo. De un lado, la hiperconexión y digitalización del mundo físico abre la puerta a ingentes cantidades de nuevos datos, y sus aplicaciones se multiplican de forma no intuitiva. Del otro, los avances en la capacidad de procesamiento, y en las tecnologías cloud, cloud híbrida y edge, hacen posible su explotación cada vez más rápida y eficiente.

“Toda la sociedad ha elevado su concienciación en los ámbitos ESG, y con ello el nivel de exigencia hacia las empresas”
En los últimos años, los stakeholders se muestran más exigentes con la contribución de una organización al bien común, haciendo del compromiso con las comunidades un elemento clave de la reputación. ¿Cuáles consideras que son los elementos a tener en cuenta para transmitir a los ciudadanos la aportación que realizan las empresas a la sociedad?

Toda la sociedad ha elevado su concienciación en los ámbitos ESG, y con ello el nivel de exigencia hacia las empresas. Eso es bueno porque ha permeado nítidamente entre inversores, clientes, profesionales…, y todos esperan ahora de las empresas un impacto social que vaya más allá del retorno económico, el marketing y las buenas intenciones.

Los propios analistas financieros incorporan ya el desempeño ESG como uno de los aspectos en sus valoraciones, algo que no pasa desapercibido entre los responsables empresariales. Los índices ESG han adquirido un renovado protagonismo, y un buen posicionamiento en los mismos ayuda a tener una sólida reputación. Afortunadamente, la trayectoria ESG de Indra es larga y reconocida. Estoy orgulloso de ella y del trabajo realizado, y vamos a construir sobre ello. Por ejemplo, ahí está nuestra presencia en el Dow Jones Sustainability Index –índice de referencia mundial en sostenibilidad– por 15 años ya, y a un solo punto de liderar el sector de software y servicios.

El teletrabajo ha experimentado un crecimiento exponencial, y muchas compañías están apostando por un modelo que combine la presencialidad y el trabajo en remoto. En un sector como el tuyo, en el que la captación y retención del talento suponen un reto, ¿qué estrategias recomiendas aplicar para garantizar la transmisión de la cultura empresarial y reforzar la fidelización de los empleados?

El talento de las personas es el activo base de una compañía tecnológica. Escuchar a nuestros profesionales, asegurar que somos una compañía atractiva para iniciarse en el mundo laboral y crecer profesionalmente, es seguramente para nosotros uno de los aspectos más críticos. Máxime en un contexto de competencia global por el talento, algo que ha acentuado notablemente el teletrabajo.

La relación entre el profesional y la empresa ha cambiado rápida y drásticamente en la última década. El talento joven busca relaciones laborales bidireccionales, más enriquecedoras, no una mera transacción de salario a cambio de subordinación. En Indra lo tenemos muy presente. Nuestro programa de transformación cultural ha cumplido ya tres años impulsando iniciativas que nos conviertan en una empresa muy atractiva para trabajar. Es un proceso de mejora del que estoy muy orgulloso.

“Escuchar a nuestros profesionales, asegurar que somos una compañía atractiva para iniciarse en el mundo laboral y crecer profesionalmente, es seguramente para nosotros uno de los aspectos más críticos”
Ante el reto de transformar el tejido productivo español para hacerlo más verde, digital y resiliente, es necesario reforzar la colaboración entre Administración Pública, empresas, instituciones académicas y sociedad. ¿Cómo crees que se puede favorecer el debate y el intercambio de ideas, conocimientos y experiencias ante este desafío que sentará las bases del futuro de la economía a medio y largo plazo?

Los fondos NextGenEU brindan una oportunidad excepcional para el país. Creo que el liderazgo y la visión de la Administración Pública es clave en el éxito del proceso. Su digitalización transformará a su vez muchos sectores, y es una oportunidad para impulsar una industria digital fuerte y competitiva en un sector claramente globalizado.

Con una perspectiva más amplia, me gustaría destacar la reflexión de país que el Gobierno está liderando con España 2050. Creo que es un buen ejercicio, con voluntad de diálogo y de abordar de forma amplia nuestros principales retos como país –incluyendo la mejora de la productividad–.