Marc Puig, presidente del Instituto de la Empresa Familiar: “La empresa familiar está comprometida con su legado de dejar un mundo mejor”

Las empresas familiares se conciben como proyectos que trascienden a sus gestores y que persiguen la construcción de un futuro mejor para las nuevas generaciones. Partiendo de esta visión, Marc Puig defiende que el propósito actúa como fuerza de atracción del talento, especialmente entre los más jóvenes, y aboga por aprovechar la digitalización para cohesionar la sociedad y mejorar la vida de las personas. Asimismo, defiende la necesidad de crear un marco institucional que incentive la asunción de riesgos necesaria para dinamizar la economía e impulsar el crecimiento.

PREGUNTA. La sociedad ha incrementado su escrutinio sobre cómo las compañías contribuyen a la lucha contra el cambio climático. En tu opinión, ¿cómo están abordando las empresas familiares el reto de alcanzar una economía más sostenible y descarbonizada?

RESPUESTA. La empresa familiar está especialmente concienciada y comprometida con la sostenibilidad. Está en la agenda de las compañías y es un elemento prioritario en la toma de decisiones. Según un estudio reciente, casi el 90% de las empresas familiares reconocen que la sostenibilidad forma parte de su propósito. Y es que la empresa familiar es un proyecto a largo plazo que trasciende a las personas que la gestionan en cada momento, con el objetivo de hacer del mundo un lugar mejor para las generaciones futuras.

La digitalización es, sin duda, uno de los pilares sobre los que se asentará el futuro de la economía, y uno de los objetivos es garantizar que ninguna compañía ni persona se quede atrás en esta transformación. ¿Qué medidas consideras clave adoptar para impulsar el efecto positivo de las tecnologías en la cohesión territorial y social?

Es fundamental fomentar la educación y la formación a largo de la vida profesional de las personas. También es importante aplicar nuevas formas de liderazgo basadas en organizaciones más transversales, más horizontales, menos jerárquicas, que se orienten hacia la generación de la información y a su capacidad para analizarla. En este sentido, hay que aprovechar la digitalización para cohesionar la sociedad y mejorar la vida de las personas.

“Es importante aplicar nuevas formas de liderazgo basadas en organizaciones más transversales, más horizontales, menos jerárquicas, que se orienten hacia la generación de la información y a su capacidad para analizarla”
Los valores y el propósito conforman la razón de ser de la empresa familiar y constituyen sus atributos diferenciales. Teniendo en cuenta que nos encontramos en un entorno marcado por la incertidumbre y la rapidez con la que se suceden los cambios, ¿cómo puede la empresa familiar hacer más visible su aportación a la sociedad?

La empresa familiar está comprometida con su legado de dejar un mundo mejor, implicando a sus órganos de gobierno, profesionales, proveedores, clientes y consumidores y actuando con la máxima responsabilidad. Durante este año de pandemia las empresas familiares han contribuido desde el punto de vista económico y social con diversas iniciativas.

El talento es un aspecto clave para la empresa familiar, pero también uno de sus mayores retos ante la dificultad de disponer de las capacidades y habilidades que requiere el actual entorno. ¿En qué aspectos consideras necesario poner foco a medio plazo para que el talento joven opte en mayor medida por desarrollar su proyecto profesional en la empresa familiar?

Sin duda, el talento es y será el principal factor de productividad de las empresas. Las nuevas generaciones necesitan sentirse identificadas con el proyecto empresarial, que debe tener un carácter trascendental. Es decir, tiene que ir más allá de la mera generación de beneficios. Por ello, las organizaciones empresariales, si quieren atraer a estas nuevas generaciones, aparte de formarlas, deben ser flexibles, escucharlas, darles la posibilidad de crecer y que se sientan identificados con la empresa y con su propósito.

“Las nuevas generaciones necesitan sentirse identificadas con el proyecto empresarial, que debe tener un carácter trascendental”
En la construcción de una economía más resiliente y competitiva, uno de los objetivos es incrementar el tamaño de las compañías españolas. ¿Qué medidas consideras clave adoptar a medio plazo para potenciar su crecimiento y qué papel consideras que debe tener la empresa familiar en este periodo de reflexión y colaboración?

La dimensión de la empresa española es un problema estructural que responde fundamentalmente a la menor productividad de las micro pymes. Esta baja productividad es consecuencia de unos menores niveles de educación y formación; de la complejidad regulatoria fiscal, administrativa y laboral; de la fragmentación de los mercados interiores; de un menor grado de colaboración público privada entre la administración y las empresas, lo cual reduce la eficiencia de las administraciones públicas; de una menor educación financiera, que implica una mayor dependencia de los ahorros privados y del crédito bancario; y en definitiva, de un marco institucional que requiere una mayor capacidad de crecer y de dinamizar la economía, para lo cual es imprescindible un sistema que incentive la asunción de riesgos.