La transición energética ante su momento más decisivo

Europa se ha propuesto alcanzar la neutralidad climática en 2050 y convertirse así en la primera zona climática neutra del mundo. Para ello, de aquí a 2030 prevé reducir las emisiones en al menos un 55% respecto a los niveles de 1990, lo que implica que todos los países miembros de la Unión Europea y todos los sectores de la economía deben estar a punto para aceptar este reto. España, por su parte, ya ha entrado en materia, aprobando el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que establecen objetivos mínimos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, energías renovables y eficiencia energética para los años 2030 y 2050.

Para lograrlo, el desarrollo de nuevas tecnologías y el impulso de los fondos de recuperación europeos Next Generation EU van a ser decisivos: “La buena noticia de los últimos meses ha sido la aprobación del plan español para aprovechar los fondos europeos donde, precisamente, va a haber ayudas para aquellas tecnologías que pensábamos que solo íbamos a poder desarrollar más adelante”, tal y como señaló Alberto Martín Rivals, socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG en España en la V Jornada de Renovables de KPMG. Fondos europeos, hidrógeno y conexiones a la red.

El auge del hidrógeno verde

Entre esas tecnologías se encuentra el hidrógeno verde, que permite transformar la electricidad producida con energías renovables en un gas que puede ser concentrado y utilizado en aquellas aplicaciones donde no se puede utilizar la electricidad de manera directa, como el transporte pesado, y que, según las estimaciones de Martín Rivals, en 2050 podría representar el 20% del consumo final de energía.

"El hidrógeno podría representar el 20% del consumo final de energía en 2050"
Alberto Martín Rivals
Socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG en España

Si bien es cierto que el hidrógeno aún no es completamente viable económicamente, “esperamos que los fondos inviertan en que esta tecnología vaya adelante y que, en vez de hablar de 2030, hablemos de 2023 o 2024”, subrayó Arantxa Martínez, country manager de Exelio. Además, a día de hoy el hidrógeno presenta también grandes posibilidades de hibridación con otras renovables. En palabras de Juan José Sánchez, CEO de Capital Energy: “la hibridación no es muy compleja, es una manera muy simple de poner una energía junto a otra, con una misma estructura de evacuación y punto de conexión para aprovechar sinergias y diluir muchos costes”.

Fondos europeos: oportunidad y responsabilidad

En este sentido, los fondos europeos representan una gran oportunidad para impulsar una senda de recuperación económica hacia la sostenibilidad y la transición energética, marcada por la Ley de Cambio Climático, por la que las emisiones del conjunto de la economía española en el año 2030 deberán reducirse en al menos un 23% respecto al año 1990. Para alcanzar esta reducción de emisiones, además de apostar por las nuevas tecnologías, Maria Victoria Zingoni, directora general de Cliente y Generación baja en carbono, presidenta de Repsol Electricidad y Gas y del Club Español de la Energía, lo tiene claro: hay que trabajar en descarbonizar todas las energías ya existentes, ya que, en el medio y largo plazo, tanto la sociedad en su conjunto como las empresas necesitarán hacer uso de todas ellas.

Consecuencia de ello ha sido el giro que han dado sectores como el del oil & gas, que han sabido ver la necesidad de transformarse y sumarse a las energías renovables, promoviendo nuevos proyectos e inversiones para descarbonizar su actividad y convertirse en proveedores multienergía.

En este camino hacia la transición energética, los agentes del sector coinciden en que los fondos de recuperación europeos, además de una oportunidad que va a impulsar y acelerar los procesos, son una responsabilidad, la de asignar los recursos a proyectos que sean viables a largo plazo. Con la gran expectación que han suscitado en cuanto a qué proyectos serán los que reciban la asignación, insisten en la importancia de no tener prisa y que esta asignación no se convierta en un objetivo político en sí mismo ya que el objetivo último debe ser asentar las bases de unos vectores de crecimiento para que se vaya consolidando el tejido industrial, la cadena de valor, etc.

Fin de la moratoria para las conexiones de redes

Para seguir avanzando en esta transición ecológica en España, algo que los distintos actores del sector estaban esperando con gran expectación era el fin de la moratoria para presentar nuevos proyectos y conseguir los permisos de acceso y conexión a la red. Esta llegaba el pasado 1 de julio cuando Red Eléctrica publicó las nuevas capacidades de acceso a la red de transporte para la instalación de generación, especialmente relevante para conectar nueva generación renovable a nudos de red de transporte con capacidad disponible. Tras el anuncio, “se ha visto que ya no queda tanta capacidad adicional y que la que va a haber va a ser sometida a subasta”, comenta Alberto Martín Rivals, socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG en España.

“Se ha visto que ya no queda tanta capacidad adicional y que la que va a haber va a ser sometida a subasta”
Alberto Martín Rivals
Socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG en España

Es cierto que se esperaba que la capacidad anunciada fuera mayor, pero, al haberse reservado megavatios para ir a concurso, “pensamos que los concursos van a ser la nueva herramienta de distribución de capacidad en vez de las solicitudes directas a la red, lo cual, si se hace bien, puede ser una oportunidad para todos”, subraya Rocío Sicre, country manager de EDPR en España. Una oportunidad que viene dada porque con el anterior procedimiento quien primero lo solicita, primero lo consigue, por lo que no está del todo claro que sea la forma más eficiente de asegurar que los mejores proyectos son los que salen adelante, apunta Rocío Sicre.

En este sentido, deberán ser los concursos los que tengan en cuenta la madurez y la correcta estructuración de los proyectos, al mismo tiempo que se apuesta por una buena integración de las energías renovables.

Con todo ello, las renovables “gozan de muy buena salud en España”, apunta Alberto Martín Rivals, y tienen una gran oportunidad para seguir desarrollándose. A ello se une que España cuenta con unas condiciones naturales óptimas para ellas, lo que está generando un creciente apetito inversor, por lo que se prevé que haya un fuerte desarrollo de las renovables en los próximos 10 años, con vistas al largo plazo.