Información no financiera: lo que nos espera a la vuelta del verano

“Sólo las personas que se atreven a ir demasiado lejos logran descubrir hasta dónde pueden llegar” (T. S. Eliot).

Durante los últimos meses, desde KPMG hemos insistido en la importancia de reforzar los Sistemas de Control Interno sobre la Información No Financiera (SCIINF). Muchas empresas nos han planteado la duda de hasta dónde llegar y si esta cuestión tenía que ver con un requerimiento de cumplimiento normativo obligatorio o recomendación como podría ser el caso de la información financiera (SCIIF)  para determinadas empresas, fundamentalmente cotizadas.

Pues bien, ante estas dudas, siempre hemos indicado que en España no existía hasta ahora ningún requerimiento “obligatorio” más allá del cumplimiento de la ley 11/2018, si bien era recomendable avanzar en el desarrollo de controles que permitieran asegurar que esta información reportada a los mercados, a través del estado de información no financiera, era exacta, íntegra, adecuada y fiable, aportando transparencia al mercado.

Por una parte, a finales de junio de 2020 acabó el período de consulta pública por la Comisión Europea sobre la nueva directiva de información no financiera, cuyo objetivo era recoger las opiniones de los interesados sobre posibles revisiones de las disposiciones de la directiva sobre la presentación de información no financiera. Esta consulta respondía a la crítica de numerosos organismos tales como Finance Watch,  el principal contra-lobby financiero de la sociedad civil en Europa, compuesta por más de 40 organizaciones de 12 países diferentes, o el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, que reúne a 12 importantes entidades en el Estado Español, entre ellas sindicatos y ONGs, y que consideran que  en la mayoría de las empresas la información facilitada está orientada a una exposición de logros empresariales y buenas prácticas, alejada del objetivo de rendición de cuentas que busca la ley. Todo ello va a llevar a la publicación de una nueva directiva de información no financiera que al igual que su predecesora, conllevará a su trasposición en las jurisdicciones de cada país en corto plazo, suponiendo nuevo reto para las empresas.

Por otra parte,  en el mes de julio de 2020, la Comisión Europea ha dado un mandato oficial al Grupo Asesor Europeo sobre Información Financiera (EFRAG) para que elabore recomendaciones sobre las posibles normas de información no financiera de la UE. Este mandato ya se anunció en un discurso del vicepresidente ejecutivo de la Comisión, Valdis Dombrovskis, en enero, cuando informó de que la Comisión Europea iba a “apoyar un proceso” para desarrollar normas europeas de información no financiera. Esto está en línea con el proceso de revisión de la nueva directiva europea de información no financiera. Se prevé que el grupo de trabajo nombrado por la EFRAG termine su labor a principios de 2021 y que se publique un informe sobre la marcha de los trabajos a finales de octubre de 2020.

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En el ámbito nacional, el 28 de julio la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sometió a consulta pública una nueva propuesta de Circular que modificará los actuales modelos de Informe Anual de Gobierno Corporativo (IAGC) –que deben remitir las sociedades cotizadas– y de Informe Anual de Remuneraciones de los Consejeros (IARC) –a remitir sólo por las sociedades cotizadas-, recogidos en las Circulares 5/2013, de 12 de junio y 4/2013, de 12 de junio respectivamente y tras la modificaciones introducidas por la Circular 2/2018, de 12 de junio.  Este proyecto tiene como objetivo adaptar determinados apartados de los modelos de IAGC e IARC a la nueva redacción de las recomendaciones del Código de buen gobierno que han sido objeto de revisión escasamente un mes y medio. El plazo para el envío de comentarios por parte de los interesados finaliza el próximo 18 de septiembre de 2020, por lo que en otoño dispondremos de los nuevos modelos a aplicar en el cierre de 2020. Los cambios introducidos en el modelo de informe anual de gobierno corporativo afectan principalmente al epígrafe G, en el cual las sociedades tienen que indicar el grado de seguimiento de las recomendaciones de gobierno corporativo. En relación con la información no financiera, estas recomendaciones (rec) son la 39, 42 y 45:

  • Se incorpora la experiencia y conocimientos específicos en materia de gestión de riesgos no financieros como un criterio más para la designación de los miembros de la comisión de auditoría (rec 39). Nuestra recomendación es dotar a los miembros de esta comisión de una actualización respecto a la gestión de riesgos no financieros que incorpore buenas prácticas en esta materia y permita incrementar el debate entorno a estas cuestiones y un mayor reto para la dirección.
  • Se atribuye explícitamente a la comisión de auditoría la supervisión y evaluación del proceso de elaboración y la integridad no solo de la información financiera, sino también de la información no financiera, así como la función de supervisar los sistemas de control y gestión de los riesgos financieros y no financieros (rec 42). Esto va a conllevar al refuerzo o implementación de sistemas de control interno de información no financiera que sean objeto de supervisión por parte de esta comisión de auditoría. Esto, en la práctica, está llevando a muchas direcciones financieras y de auditoría interna a plantearse la revisión de sus actuales modelos de control interno para comprobar si éstos cubren los riesgos de información no financiera, identificar posibles gaps y tomar decisiones respecto a su cobertura a través de proyectos internos o asesoramiento externo.
  • Se citan explícitamente los riesgos no financieros, en concreto, en su identificación en la política de control y gestión de riesgos y en su aseguramiento por la función de auditoría interna (rec 45). Esto en la práctica conllevará la revisión de las políticas de gestión de riesgos para comprobar si se han incluido e incluso a otras como la del SCIIF de cara a la posible inclusión de la responsabilidad en torno a la información no financiera o a elaborar otra política ad hoc.

 Por tanto, desde KPMG seguimos insistiendo en la importancia de reforzar los sistemas de control interno de la información no financiera (SCIINF) para poder no solo dar cumplimiento a toda la normativa que viene para otoño sino para aportar valor ante los stakeholders de las compañías.