Francisco de la Torre: “Debemos trabajar unidos para alcanzar los objetivos de 2030”

La ciudad de Málaga está presente en numerosos rankings de ciudades inteligentes. El alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, desgrana la estrategia del Ayuntamiento en esta materia, que gira en torno al uso de las nuevas tecnologías con el foco puesto en sus ciudadanos y en el turismo.

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– Durante los últimos años Málaga se ha situado a la cabeza de diversos rankings de ciudades inteligentes, como el elaborado por IDC. ¿Qué es para usted una Smart City? ¿Cuál ha sido el mayor cambio que ha experimentado la ciudad en este sentido en los últimos años?

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No existiendo una definición de consenso, de entre todas las que se van acuñando para el concepto Smart City, prefiero la que la señala como aquella ciudad que utiliza la tecnología para prestar de forma más eficiente los servicios públicos urbanos y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

En este sentido, en la ciudad de Málaga se ha profundizado en las cuatro líneas ya recogidas en nuestro plan estratégico: en la rehabilitación urbana, en Málaga como ciudad cultural, en Málaga como ciudad del conocimiento, y en Málaga como ciudad litoral.

Si nos centramos en el eje estratégico del conocimiento, podemos afirmar que estamos desarrollando un auténtico ecosistema innovador, cuyos principales actores lo constituyen el sector empresarial, y especialmente las empresas ubicadas en el Parque Tecnológico de Andalucía, la Universidad de Málaga y las administraciones públicas.

Las iniciativas del gobierno local, a menudo en coordinación con otras Administraciones públicas y con el sector privado, están centrando sus actuaciones en facilitar la financiación de proyectos innovadores y en la captación de inversores.

¿Cuál es la estrategia de Málaga para los próximos años en el ámbito de las ciudades inteligentes?

En la actualidad está en fase de aprobación un Plan de Innovación Tecnológica, por iniciativa del Ayuntamiento, que pretende servir de guía para coordinar, integrar y alinear todas aquellas actuaciones iniciadas, en desarrollo o futuras en el ámbito de la innovación tecnológica en un período comprendido entre 2018 y 2022.

El propósito es impulsar la investigación, el conocimiento y el uso de las nuevas tecnologías para posicionar a Málaga como referente fundamental de modernización y de innovación. De este modo, se pretende propiciar un modelo de ciudad, en el que además del objetivo de inclusión de las TIC se alcance un funcionamiento sostenible técnica y económicamente, que favorezca una gestión eficaz de los recursos municipales.

Una de las características comúnmente señaladas de estas ‘ciudades del futuro’ es el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para conocer los comportamientos de sus ciudadanos y así mejorar el tratamiento de residuos, alumbrado, gestión de tráfico… ¿Está realizando Málaga medidas en este sentido? ¿Qué tecnología le parece más útil para ayudar al mejor funcionamiento de la ciudad?

En el Ayuntamiento contamos con un Área de Innovación y Nuevas Tecnologías que, entre otras funciones, tiene que estar al tanto de las últimas tecnologías disponibles que puedan mejorar la prestación de los servicios públicos.

Nuestra sistemática de actuación consiste en estar al tanto de las distintas tecnologías que puedan ser aplicables. Si alguna resulta interesante a priori, la evaluamos en mayor profundidad y decidimos una primera implantación en forma de piloto o demostración.

Si los resultados en términos económicos, de eficiencia y de eficacia son aceptables, la tecnología evaluada pasa a ser el nuevo estándar para las sucesivas contrataciones públicas.

Por poner un ejemplo claro, la incorporación de la tecnología LED como estándar para la red de alumbrado público ha seguido esta sistemática, habiendo implantado y evaluado en nuestra ciudad hasta 6 proyectos piloto y demo de esta tecnología antes de validarla como nuevo estándar de alumbrado público.

Lo mismo ha ocurrido con el vehículo eléctrico de batería (BEV), que ha pasado a ser el estándar para la flota municipal.

En la actualidad seguimos realizando pruebas de distintas tecnologías, y cito a modo de ejemplo, la utilización de scooters eléctricas para la Policía Local, la aplicación de un sistema para la limpieza de las biondas en viales de titularidad municipal, o la implantación de un proyecto de demostración para la medición de la contaminación atmosférica utilizando sensores móviles de bajo coste embarcados en bicicletas de ciudadanos voluntarios y en carritos de correos.

Para poder estar atentos e informados es imprescindible nuestra participación en proyectos de I+D que estén relacionados con tecnologías aplicables en las ciudades. Creemos que el marco de participación más adecuado es el programa europeo Horizonte 2020. El Ayuntamiento es socio en la actualidad de cuatro proyectos de este programa, y cito, a modo de ejemplo y por la trascendencia que pueda tener en un futuro no muy lejano en la movilidad urbana, al proyecto AutoDrive en el que Málaga se posiciona como ciudad demostradora, para la investigación, desarrollo e innovación de componentes electrónicos y sistemas inteligentes de control integrados para impulsar la conducción automatizada y la seguridad activa de la movilidad urbana. En Málaga está previsto que se realice un piloto (2019) que tiene como objetivo la validación de maniobras de conducción autónoma (SAE L4) con un autobús eléctrico y automatizado de IRIZAR, en un entorno controlado de la ciudad (el Puerto de Málaga). Este nivel de automatización SAE L4 supone incluir funciones de alto nivel en el control lateral (volante) y longitudinal (pedales) del vehículo.

Para finalizar con esta cuestión, es imprescindible referirme a los ciudadanos y a la forma de interactuar con ellos para dar mejor respuesta a sus necesidades. En este sentido, por un lado estamos utilizando información que recogemos de los sensores que estamos disponiendo por la ciudad, y por otro, de la información que nos proporcionan los propios ciudadanos. A título de ejemplo, entre enero y octubre de este año se han alcanzado un total de 73.768.966 consultas de tiempos de llegada, líneas y horarios de autobuses a través de las distintas herramientas que el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los ciudadanos.

Otro atributo de las Smart Cities es el cambio hacia la gobernanza pública (Smart Governance), basada en la participación ciudadana, la transparencia y la instauración de un gobierno más abierto. ¿Cómo pueden las ciudades garantizar la participación de todos los ciudadanos en la toma de decisiones? ¿Qué tipo de decisiones cree que deberían ser tomadas por los malagueños? ¿Cree que es importante recurrir a las tecnologías para conocer el grado de satisfacción de los malagueños con su ciudad?

La implicación de un Ayuntamiento en el avance hacia una ciudad inteligente tiene que ver con la mejora en la prestación de servicios ciudadanos y en su grado de comunicación con éstos desde la administración local. La ciudadanía ocupa una posición central dentro de los servicios ofrecidos por el esquema de ciudad inteligente concebida por el Ayuntamiento de Málaga.

El nuevo modelo de prestación de servicios al ciudadano está fundamentado en el desarrollo de servicios electrónicos para la atención a la ciudadanía, en políticas de capacitación de la Sociedad Malagueña y en campañas proactivas de promoción de los Servicios y de la Participación Pública, a través de canales de atención al ciudadano. Pero, sin duda, el concepto más relevante en este ámbito es el de “Gobierno Abierto”, que en nuestro portal orientamos en tres pilares: la transparencia, los datos abiertos y la participación.

En materia de Transparencia, el objetivo es proporcionar información actualizada a los ciudadanos, para que tengan conocimiento sobre los proyectos en la ciudad, campañas municipales, información corporativa, noticias, etc. En esta línea, el Ayuntamiento de Málaga ha firmado un convenio y está trabajando en adecuar su portal de transparencia a MESTA (Metodología de Evaluación y Seguimiento de la Transparencia de la Actividad Pública) promovida por la AEVAL y el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno. Además, hemos adaptado nuestro Portal de Transparencia a los requerimientos de la Ley estatal y de la Ley autonómica de Transparencia, ofreciendo todos los parámetros legales de la “publicidad activa” como la posibilidad de tramitar telemáticamente las solicitudes de derecho de acceso a la información pública.

En lo que se refiere a la Participación Ciudadana, la ciudad de Málaga dispone de una política de participación ciudadana regulada por el “Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana”, que estamos adaptando a las leyes de transparencia antes citadas y a la nueva ley andaluza de participación. Tenemos ya muy consolidados canales de participación: Consejos Vecinales; Consejos Sectoriales; elaboración de Presupuestos Participativos; Oficinas de Información; Derecho explícito de acceso a archivos y registros; y una Previsión para el Fomento e Integración de las TICs. Todas estas iniciativas garantizan la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones y desde el punto de vista tecnológico, la plataforma de participación “Málaga Contesta”permite a los ciudadanos realizar sugerencias a las propuestas normativas (tal como exige la ley 39/2015 de procedimiento administrativo común) como ordenanzas, además de permitirles realizar sus propias propuestas que pueden ser evaluadas o apoyadas por otros ciudadanos.

Por su parte, bajo el concepto de Datos Abiertos, se engloba a aquellos que se consideran datos accesibles y reutilizables. La filosofía de datos abiertos es una línea de trabajo importante en la ciudad de Málaga, ya que poner a disposición datos municipales o de la ciudad para el desarrollo de aplicaciones web o móviles, que permite generar un ecosistema de desarrolladores y de negocio muy importante explotando los datos de la ciudad y haciéndolos comprensibles para el ciudadano.

El Ayuntamiento de Málaga dispone, en la actualidad, de más de 766 conjuntos de datos (y más de 1500 recursos) que no sólo están disponibles en su portal de datos abiertos, sino que también se encuentran accesibles desde el portal nacional http://datos.gob.es/. Para ello, el personal de nuestro Centro Municipal de Informática ha diseñado un módulo que ha compartido como software libre y que permite que otras ciudades puedan “federar” sus datos (integrarlos con otros portales web) con el portal del Gobierno de la Nación, de la Unión Europea, o con el portal de Fiware, entre otros.

Entre aplicaciones y portales webs se han desarrollado más de 17 iniciativas que reutilizan los datos abiertos municipales con aplicaciones tan destacadas como las herramientas de navegación de TomTom o Here.

Dentro de la Smart Governance también se enmarca la administración electrónica de las ciudades, para llegar a una gestión sin papeles (paperless) y a una mayor transparencia. ¿Qué supone un mayor reto: implantar la administración electrónica o formar a la población para que utilice estos medios?

El Ayuntamiento de Málaga ha tenido un papel decidido en los procesos para la transformación de las estructuras administrativas “tradicionales” al modo digital, es decir, compatible con las TIC, pero ello ha implicado un esfuerzo de adaptación, formación y adopción de nuevos equipos y servicios, que aún está inacabada.

De hecho, cuenta con un Plan Estratégico de Administración Electrónica 2015-2018, cuyos principales avances hasta 2017 se concretan en 172 servicios, que han sido ya publicados en Sede Electrónica, y hay más de 25.000 usuarios registrados en el servicio de MiCarpeta y 351 usuarios internos de la Plataforma TRAMITA. En materia de formación, 472 empleados municipales se han formado en la plataforma de tramitación electrónica de expediente. Como dato a destacar, todos estos procesos han supuesto un ahorro en papel por importe de más de 4 millones de euros en los últimos 3 años.

Tanto la implantación de la Administración Electrónica como el uso por parte de los ciudadanos son tareas complejas. En cuanto los ciudadanos aprecian los beneficios en tiempo y desplazamientos de la tramitación electrónica el uso empieza a extenderse de forma importante como puede verse en la progresión experimentada. En 2015, 4.778 usuarios, que se incrementaron en 7.659 en 2016 y 12.811 nuevos en 2017.

Para la puesta en marcha el tener un plan es crítico. Los dos principales ejes de actuación de este plan para la transformación digital de la Administración se refieren a:

  1. La Arquitectura de Administración Electrónica, es decir, el diseño e implementación de los instrumentos que posibilitan la construcción e implantación de Servicios electrónicos al ciudadano: Canales, Servicios Comunes, Sistemas de Información, etc.
  2. El segundo eje se refiere al Gobierno y gestión de la Administración Electrónica, es decir, al desarrollo de actuaciones transversales de carácter institucional, organizativo y jurídico que posibilitan un marco de viabilidad y garantía para la implantación del nuevo modelo de Administración Electrónica.

 

– Otro aspecto importante en la sostenibilidad de las ciudades es el transporte. Con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, Málaga celebró el II Congreso de Movilidad y Turismo Sostenible. ¿Qué conclusiones destacaría de la jornada? ¿Cuáles son las claves para que una ciudad consiga tener una movilidad sostenible? 

La movilidad es un factor esencial de la vida económica y del turismo sostenible, y al conocer con mayor detalle sus avances, sinergias y oportunidades, hemos dedicado en 2017 el II Congreso de Movilidad y Turismo Sostenible celebrado en Málaga el 14 de septiembre de 2017. Por eso ambas preguntas pueden contestarse a la vez.

El Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo 2017 ha despertado mucho interés por el aspecto medioambiental de la sostenibilidad turística, pero los aspectos de sostenibilidad social y económico-empresarial están todavía muy en un segundo plano.

No creemos que el Brexit pueda afectar a nuestro éxito de viajeros; hemos analizado datos, hemos celebrado jornadas, y los datos de 2017 nos avanzan que así será. Ha vuelto a ser un año de records (2,5 mill de pernoctaciones) y hemos vuelto a ser la ciudad española con mayor crecimiento.

Volviendo a la sostenibilidad, este año 2017 ha sido una buena excusa para comunicar y sensibilizar sobre el turismo sostenible y responsable; aunque no está teniendo apenas repercusiones prácticas en cuanto a iniciativas como recomendaciones, medidas voluntarias, legislación específica.

A todo ello se le une la preocupación por el fenómeno de la llamada turismofobia; el cual en todo caso conviene relativizar y no sobredimensionar; ya que es anecdótico en el panorama de la industria turística española, y debe ser sobre todo una ocasión para reivindicar también con mayor intensidad los enormes beneficios de la actividad turística para el país.

En el campo del turismo de negocios, los clientes corporativos y los usuarios finales comienzan a pedir poco a poco medidas de sostenibilidad, tanto ligadas a la movilidad  como a cualquier otro servicio (agua, energía, alimentación) y de una forma más clara en los eventos y convenciones; aunque aún sigue primando claramente el factor precio a la hora de tomar decisiones. En este contexto, un estímulo desde la parte pública a la reducción de emisiones y del impacto ambiental del turismo de negocios tendría resultados muy positivos, dado el gran impacto de la movilidad en este segmento del turismo. Internamente a las empresas, la involucración en la planificación y gestión de los viajes profesionales de otros departamentos de la empresa como RSC, sostenibilidad o recursos humanos, además del tradicional departamento de compras, añadirá a este segmento una visión cada vez más sostenible.

Es seguro, en todo caso, que en un futuro muy cercano la sostenibilidad será un factor diferencial en el marketing de los destinos y servicios dirigidos al segmento de viajes de negocios. Los sistemas de certificación pueden jugar un papel importante en esta estrategia de diferenciación.

La movilidad sostenible puede ser claramente un elemento potente de branding de un destino turístico, por lo que conviene investigar en mayor profundidad qué tipo de movilidad nos demanda este perfil de cliente y cuáles son sus tendencias. Es necesario para ello realizar nuevas e imaginativas propuestas de movilidad en los destinos; orientadas tanto al turismo de masas y los grandes colectivos, como a los nichos de turismo más especializados, desestacionalizadores y rentables.

De cara al futuro, sería deseable invertir en este momento “dulce” del destino España, en la sostenibilidad, la cualificación y la especialización de la industria turística, buscando un perfil de turista más responsable y de mayor nivel de gasto.

Es deseable así mismo que la sostenibilidad se integre en los planes estratégicos de turismo de los destinos de manera efectiva y con medidas concretas, acompañadas de los planes formativos correspondientes. Ello debería ir acompañado de que cada vez más empresas turísticas sensibilicen e informen a sus clientes sobre cómo ‎ser y qué puede hacer un turista responsable, ante una demanda cada vez más motivada hacia la sostenibilidad real en su tiempo de vacaciones, y que necesita orientación.

Es necesario que los sistemas de gestión y  certificaciones de sostenibilidad desarrollen ‎herramientas al alcance de las Pymes turísticas españolas, miles de empresas que por limitaciones técnicas y económicas tienen difícil el acceso a estos sistemas y con ello a ser actores de la sostenibilidad turística.

Es recomendable primar a las empresas turísticas que apuestan por la ‎sostenibilidad de una forma activa e invierten en ella, por medio de incentivos promocionales u otro esquema que les diferencie ante el mercado, tanto nacional como internacional.

El número de clientes que demanda servicios y productos turísticos sostenibles es aún muy reducido y ello desmotiva a las empresas, unido a la falta de una legislación específica y que facilite la gestión de la sostenibilidad a las empresas turísticas.

Desde el campo social, no hay que olvidar que la filosofía del turismo responsable propone que las medidas que se adopten deben generan un mayor bienestar en paralelo para el turista y para el residente. Es deseable planificar la movilidad turística en función del crecimiento turístico estimado a medio y largo plazo, en coordinación con los planes generales de movilidad.

En este contexto, estimular productos y servicios de turismo responsable de proximidad con movilidad blanda (bicicleta, vehículo eléctrico, vehículo compartido, entre otros), así como ligados al transporte público, va a colaborar con toda seguridad a reducir la saturación de los destinos.

La formación de grupos de interés como el “TAXI” es fundamental e imprescindible ya que en gran mayoría son nuestra primera impresión para el turista: vehículo, uniformidad, nivel formación, idiomas. Todo destino turístico que apueste por un turismo sostenible que aporte valor debe de tener muy en cuenta a estos colectivos.

A nivel de movilidad sostenible, se puso de relieve el valor de los sistemas de transporte colaborativos con vehículos cero emisiones de dos y cuatro ruedas, que ya está presentes en varias ciudades españolas y que se presentan como alternativa real de intermodalidad con otros medios de transporte públicos en la ciudad. Resulta clave que los municipios entiendan el carsharing y motosharing como un sistema de apoyo al transporte público colectivo y el taxi, que incentiva que al final el usuario pueda valorar prescindir de su coche privado, promoviendo no solo una movilidad cero emisiones, sino también una reducción en la densidad del tráfico.

Asimismo, se constató a través de la experiencia de Endesa el interés creciente del ciudadano por el vehículo eléctrico tras haberse superado todas las expectativas en la demanda de este tipo de vehículos por parte de los trabajadores de la eléctrica en su plan de movilidad eficiente dirigido a su plantilla. Incentivar desde la empresa que sus trabajadores apuesten por el vehículo eléctrico es un valor desde el punto de vista de la RSC, que se suman a opciones de carsharing privado que permitan reducir el volumen de vehículos en circulación.

En lo que al renting se refiere, la aparición de nuevos modelos de negocio asociados al vehículo eléctrico como el sharing y proyectos como Zem2All en Málaga o el desarrollo del renting flexible están poniendo de relieve el valor del renting como modelo para adquirir flota eléctrica en el ámbito de las empresas y cada vez más para el particular.

Existe una gran diversidad de energías alternativas al diésel en España como el gas licuado, gas natural, híbridos enchufables, eléctricos e hidrogeno. A excepción del hidrogeno, las demás energías están muy bien representadas en su gama de fabricantes de vehículos y garantizarían una reducción de las emisiones Nox y PM 2,5- PM 10 y Ozono, considerándose estas emisiones de calidad del aire perjudiciales para la salud del ciudadano.

Es importante que desde la administración se apoye las nuevas infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos. Nuevos modelos de movilidad implicaran nuevos modelos de distribución urbana de mercancías, donde cada vez son más las empresas que están apostando por una distribución urbana sostenible con vehículos alternativos al diésel. Es importante en este aspecto la ayuda y contribución que desde los Ayuntamientos puedan aportar a la distribución de mercancías, a través, por ejemplo, de la cesión de espacios para realizar mini plataformas logísticas urbanas que sirvan para realizar una “última milla” con furgonetas eléctricas.

El grado de consecución y avance de la movilidad sostenible y la logística limpia en las ciudades serán según la marcha que pongan los distintos Ayuntamientos a través de sus ordenanzas de movilidad. La prohibición de circulación del parque contaminante de vehículos, camiones y furgonetas serán claves para la transformación del parque automovilístico. En este contexto tenemos Ayuntamientos que ya a través de sus ordenanzas de movilidad y a través de la activación de los protocolos anticontaminación prohíben el acceso a vehículos contaminantes acorde al distintivo medioambiental de la DGT.

Es sumamente importante que las administraciones se pongan de acuerdo en las ayudas al impulso del vehículo alternativo respecto al diésel: exención de pagos en zona SER, acceso zonas restringidas, aumento de tiempos para la carga y descarga, etc.

Según datos de Naciones Unidas, las ciudades ocupan apenas el 3% del planeta pero representan entre el 60 y 80% del consumo de energía y el 75% de las emisiones de carbono. ¿Cuál es el punto de partida de Málaga en materia de eficiencia energética? ¿Cuáles son las claves para que una ciudad consiga tener una movilidad sostenible?

Málaga suscribió en 2009 la iniciativa europea del Pacto de Alcaldes, y conforme a los compromisos adquiridos mediante esa iniciativa, aprobó su Plan de Acción para la Energía Sostenible de Málaga (PAES) por el Excmo. Ayto. Pleno el 24 de febrero de 2011.

La estrategia de movilidad urbana  sostenible de la ciudad de Málaga tiene por objeto garantizar que tanto los desplazamientos que se producen, que incluyen todos los modos de transporte, como la gestión del mismo, responden a las necesidades económicas, sociales y ambientales de la ciudad, intentando reduciendo al mínimo sus repercusiones negativas.

Para ello, la ciudad cuenta con el Plan Especial de Movilidad Urbana Sostenible (PEMUS) que es la herramienta de planificación y un instrumento de concienciación y sensibilización para los ciudadanos, las administraciones públicas y para el resto de agentes implicados en la movilidad, que confiere garantías y fundamentos técnicos a las decisiones relativas al transporte y a la movilidad, todas ellas orientadas a la consecución de un sistema de transportes eficiente y sostenible. Además, al estar siendo desarrollado como un Plan Especial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga, será de obligado cumplimiento en la ejecución de todos los desarrollos urbanísticos de la ciudad.

Las claves para que la ciudad consiga tener una movilidad sostenible se reflejan en las  11 líneas estratégicas que contempla el PEMUS de Málaga. Específicamente, el Ayuntamiento de Málaga está promoviendo acciones concretas que desarrollan las líneas estratégicas descritas tales como el aumento de los kilómetros de carril bici, aumento de los kilómetros de carriles bus, intermodalidad entre medios de transporte, fomento del comercio de barrio para fomentar la movilidad a pie (el reparto modal en la ciudad de Málaga está cercano al 50%), implantación de aparcamientos de disuasión y el incremento de infraestructura específica de vehículos sostenibles (puntos de recarga de vehículos eléctricos).

Otro de los problemas que será necesario abordar para alcanzar una ciudad sostenible e inteligente es la gestión de residuos. ¿Qué cree que es necesario priorizar: generar menos residuos, reciclar o establecer un mejor sistema de recogida y tratamiento?

La reducción drástica de la generación de residuos y la gestión cada vez más eficiente de éstos es uno de los pilares fundamentales de la Economía Circular, hacia la que apuntamos todos de manera clara, pero que está aún en fase de definición y parametrización. Como en cada una de las secciones o fases de esa Economía Circular, todo está interconectado y debe ser planteado desde el inicio, por lo que la generación de residuos debe ser una parte fundamental en la misma fase de diseño y producción de los bienes de consumo. Cuando diseñamos un producto se debe tener en cuenta ya qué y cuántos residuos generará, para reducirlos al mínimo imprescindible.

Simultáneamente, España tiene ante sí grandes retos en materia de reciclaje y gestión eficiente de los residuos urbanos y debemos trabajar unidos, todas las administraciones, para que la responsabilidad de alcanzar los objetivos 2030, no recaiga exclusivamente en las corporaciones locales y que éstas deban asumir los crecientes costes que dichos objetivos nos imponen a todos.

Continuar con la concienciación para que la población incremente y mejore sus ratios de separación en origen en fundamental, pero debemos reforzar con un enfoque positivo el principio de ‘Quien contamina, paga’ y fomentar actitudes y comportamientos que resulten en una reducción de la generación de residuos en nuestros hogares, de tal forma que aquellos que generen menos y separen mejor paguen menos.