Digital Labor, oportunidad para todos

La cuarta revolución industrial en la que nos encontramos va a transformar nuestras vidas, trabajos y manera de relacionarnos; y lo va a hacer a una velocidad y alcance sin precedentes, que hacen difícil imaginar nuestro mundo dentro de 25 años. Esta Revolución Digital trae consigo nuevas tecnologías con un potencial de uso combinado exponencial, y las posibilidades de billones de personas y dispositivos conectados entre sí, unidas a la capacidad de procesamiento, almacenamiento y acceso al conocimiento, así como a soluciones como la nanotecnología o la inteligencia artificial, son prácticamente ilimitadas.

El entorno laboral no es, en absoluto, ajeno a este punto de inflexión, y el Digital Labor y las tecnologías que lo impulsan (Robotics Process Automation e Inteligencia Cognitiva) aparecen como componentes clave de este nuevo panorama. Su objetivo es la automatización de determinados procesos y tareas llevadas a cabo por personas en su operativa diaria y que, realizándose de forma estructurada, pueden ser sustituidas por procesos ejecutados por robots. No obstante, a este respecto, es importante diferenciar entre los niveles de robotización que puede implantar una empresa en la actualidad: robotización de procesos, que permite automatizar procesos convenientemente estructurados y reduciría a segundos tareas que actualmente llevan varios minutos; machine learning, que incorpora capacidades de aprendizaje que permiten al software aprender a detectar y resolver problemas a través del lenguaje natural y del contexto; y, finalmente, la tecnología cognitiva, mediante la cual los robots pueden tomar decisiones por medio de la utilización de datos desestructurados.

Sin embargo, tanto compañías como profesionales han de ser conscientes de que la tecnología no llega para sustituir a nadie. La incertidumbre ante la posibilidad de sustituir determinados perfiles por robots y el consecuente aumento del desempleo han derivado en una percepción negativa, al ser vistos como una amenaza. Pero la tecnología llega para integrarse en la empresa y convertirse en un complemento que permita mejorar las capacidades de los empleados; es, sin duda, una ocasión idónea para impulsar el crecimiento.

¿Cuáles son, por tanto, las claves para maximizar la oportunidad del Digital Labor? En primer lugar, ha de existir una visión a largo plazo y liderazgo desde el top management de la compañía, que tiene que preparar a la organización para el cambio a través de una estrategia de comunicación y transformación cultural. Además, es necesario elegir bien los procesos a robotizar y conocer las características, capacidad de ahorro y necesidad de inversión de cada tipo de Digital Labor. Y, finalmente, y en relación con la necesidad de adoptar un plan de acción integral, ha de definirse una estrategia de despliegue que cubra todos los ejes necesarios (humano, operativo, tecnológico), evitando los silos y las iniciativas individuales que no permitan maximizar el valor de la oportunidad.

La implantación del Digital Labor en el tejido de las compañías funciona, y el reto está en su integración en la operativa y las personas, haciéndose necesario una revisión de las habilidades de los trabajadores, para que se vean animados a salir de su zona de confort y a formar parte de cosas nuevas. Supone un cambio de paradigma en el mercado laboral, pues en unos años será impensable que los trabajadores lleven a cabo procesos que pueden hacer robots. Ante su llegada, las compañías tendrán que hacer un esfuerzo de captación y retención del talento, reubicando determinados perfiles y pasando los trabajadores a realizar operaciones menos mecánicas y con un mayor nivel de dificultad.

En el siglo XXI perdurarán las compañías capaces de obtener de sus empleados una capacidad, esfuerzo y talento diferencial, aquellas que sepan crear entornos donde las personas quieran contribuir con lo mejor de sí mismas. Para ello, las empresas tendrán que tomar la iniciativa en la formación de sus empleados y abordar el desafío del reciclaje de perfiles de manera proactiva y continuada en el tiempo.

La convivencia entre seres humanos y robots en el entorno laboral traerá consigoaspectos positivos en la carrera laboral de los profesionales y grandes oportunidades para las compañías. No obstante, vendrá cargada de retos, y todos seremos responsables de cómo adaptemos los cambios, poniendo a las personas en el frente, para que el éxito sea de todos, y no solo de unos pocos.

 

Autora: Belén Díaz es socia del área de Management Consulting de KPMG en España

Fuente: Heraldo de Aragón. Publicado el 11 de febrero de 2018.