El ser humano puede articular 150 palabras por minuto pero teclear solo 40. Estas cifras pueden explicar la creciente tendencia de las búsquedas por voz, que según Google ya representan un 20% de las realizadas a través de dispositivos móviles, y subiendo. Por si fuera poco, las búsquedas a través de móvil superaron a finales de 2016 a las realizadas con el ordenador.
Además de la comodidad, lo cierto es que el hambre por los nuevos dispositivos móviles y su implantación en nuestra vida diaria está lejos de tocar techo. Prueba de ello es la expectación que rodea al Mobile World Congress, que ha consagrado a Barcelona como la capital mundial de las tendencias en tecnología y que cada año se supera en asistencia. En esta duodécima edición se espera superar los 100.000 asistentes, y durante cuatro días muchas de las principales marcas dan a conocer sus mejores productos del año.
Tampoco se puede obviar que en España ya hay más líneas móviles que personas: 46,47 millones de residentes según el INE frente a 51,22 millones de líneas de telefonía móvil, según los últimos datos publicados por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI).
Esta extensión de dispositivos y la creciente tendencia a hablar con ellos plantea un nuevo reto para los motores de búsqueda, que deben realizar un esfuerzo adicional para entender el lenguaje natural de los usuarios y ofrecer una respuesta lo más certera posible. También para las empresas, obligadas a modificar su estrategia en buscadores para garantizar su posicionamiento óptimo en Internet.
Para facilitar este proceso, algunos buscadores como Google llevan tiempo desarrollando una serie de directrices como el etiquetado semántico, que tienen como objetivo delimitar el contenido de las páginas web y facilitar su comprensión por parte del buscador.
De hecho, otra prueba de la creciente importancia de los dispositivos móviles es el hecho de que Google anunciase el pasado mes de noviembre el denominado Mobile-first Indexing, por el que analiza en primer lugar la versión móvil de las páginas web, en lugar de la de escritorio, para determinar si es relevante para el usuario y, por tanto, su posicionamiento. De esta forma, las compañías deben analizar cómo responde su página web en dispositivos móviles y la experiencia de usuario que ofrecen si no quieren verse penalizadas.
También se debe tener en cuenta que los consumidores que preguntan al móvil se quedarán con los primeros resultados, ya que los asistentes intentan ofrecer una respuesta acotada. En este punto es importante conocer el creciente uso de la búsqueda por voz por parte de los usuarios de mayor edad iniciados en las tecnologías, gracias a una facilidad de uso para este tipo de usuarios. Además, las búsquedas por voz son tres veces más locales que las escritas, lo que para las empresas implica un mayor esfuerzo de geolocalización.
Un futuro imparable
Más allá de la adaptación al entorno actual, las empresas deben tener claro que esta tendencia es imparable. La búsqueda por voz abre un gran abanico de oportunidades en cuanto a la personalización de la oferta al cliente. Imaginemos un futuro cercano en el que los dispositivos móviles no solo entiendan lo que decimos sino cómo lo que decimos, adaptando las respuestas a variables como el estado de ánimo.
Tampoco hay que olvidar el rápido desarrollo del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), que permitirá la interconexión de numerosos dispositivos, desde wearables a electrodomésticos, pasando por automóviles. Un sinfín de elementos cotidianos susceptibles de responder a nuestra voz.
Asimismo, el desarrollo de las búsquedas por voz irá de la mano de los asistentes virtuales, que unificarán todas las acciones que realizamos a través de dispositivos, desde las compras a la gestión de las finanzas virtuales, pasando por la monitorización de los hogares o la reserva de restaurantes. Un futuro sin teclear está cada vez más cerca. ¡Corramos la voz!
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