Kenia, el poder de la estrategia

El país africano impulsa el crecimiento y moderniza su economía a través de un Plan estratégico a largo plazo –Visión 2030- para desarrollar sus sectores con más potencial.

Kenia experimenta actualmente un periodo de crecimiento significativo, tanto desde el punto de vista económico  como en su nivel de calidad de vida (con un incremento del 5,6% del PIB en 2015, a un total de 63.400 millones de euros). Desde 2004 a 2014 este país ha logrado triplicar su PIB, y desde 2014 los influjos de inversión extranjera han experimentado un crecimiento asombroso, de 256 millones de dólares a casi un billón. Detrás de este desarrollo se encuentra el plan Visión 2030, una estrategia a largo plazo basada en tres pilares: económico, social y político.

Concretamente en lo que respecta al desarrollo económico, este plan estratégico identifica varias áreas de interés y establece planes concretos para desarrollar los seis sectores clave para el crecimiento del país: turismo, agricultura, venta y distribución, manufactura, servicios financieros, y Business Process Outsourcing (BPO).

Para el director general en funciones del Secretariado de Resultados del plan Kenia Visión 2030, Gituro Wainaina, el elemento principal para impulsar el crecimiento es estas seis áreas son las infraestructuras: “Si deseamos mejorar el acceso a la sanidad, tenemos que crear carreteras que permitan a la gente llegar a los hospitales; si queremos desarrollar el turismo, necesitamos mejorar nuestros puertos y aeropuertos; si queremos crear nuevas oportunidades de negocio, tenemos que invertir más en nuestras infraestructuras de tecnologías de la información y la comunicación”.

Este compromiso con las infraestructuras como “los cimientos que sostienen los tres pilares de la Visión 2030” se ha visto reflejado en ejemplos concretos, como el dragado del puerto de Mombasa o la conexión por medio de una autopista de ocho carriles de las ciudades de Nairobi y Thika.

Otro de los elementos clave para el éxito del plan ha sido la creación de legislación para mejorar el clima de negocios, regulando de forma eficaz los consorcios público-privados o facilitando las inversiones. Así, han mejorado el uso de las tecnologías para impulsar la eficiencia en los contratos y has establecido cortes especiales para tratar con problemas de contratación y contractuales.

El plan está siendo implementado a través de planes quinquenales que fijan objetivos e hitos concretos. Actualmente el segundo plan quinquenal está siendo implementado y durará hasta 2017.

Si deseas saber más accede aquí al artículo de James Woodward, incluido en el último número de la revista INSIGHT.