El Single Supervisory Mechanism (SSM) se encuentra en mitad de su segundo año de existencia y la nueva metodología de supervisión (SREP) se está aplicando de nuevo aunque con cambios procedentes de la experiencia del año anterior. La  revisión del modelo de negocio y la rentabilidad se encuentran entre las cuestiones a las que el supervisor va a prestar la mayor atención en un año en el que las tensiones derivadas de la política de bajos tipos de interés seguirán afectando a la rentabilidad de los bancos.

Además, el Banco Central Europeo continuará prestando atención a otros aspectos relacionados con el capital, liquidez, gobierno corporativo y gestión del riesgo, calidad del dato y ciberseguridad, sin dejar de lado otras iniciativas como la progresiva armonización regulatoria, la reducción de los activos non performing (NPEs/NPLs) o el seguimiento del proceso de implementación de IFRS 9 en los bancos.

De todos estos temas, y dejando aparte el tema del cálculo de capital en Pillar 2 tras el ejercicio de estrés y la conclusión del SREP, quizá la cuestión de la adecuada calidad del dato como base para la correcta toma de decisiones es uno de los más novedosos y relevantes.