Estereotipos en Compliance

En la evolución humana tuvieron mayor probabilidad de sobrevivir quienes que se anticiparon a situaciones de riesgo. Su cerebro generó estereotipos para identificar determinados peligros y gestionarlos rápidamente. Seguramente de ahí deriva nuestra tendencia a crear categorías para ubicar en ellas a personas y situaciones, incluso de manera insconsciente. La psicóloga Lisa Feldman asegura que nuestro cerebro actúa así y, cuando necesita un nuevo concepto, lo construye sobre la marcha combinando casos recordados. No solo encasillamos nuestras experiencias, sino que creamos de nuevas, pero siempre con la misma finalidad: anticiparnos. ¿Quién no ha presentido una situación de riesgo frente a un desconocido por su aspecto o su conducta? ¿Afectan a Compliance los estereotipos de situaciones o personas?

Conductas estereotípicas

Nuestro gusto natural por los estereotipos no sólo lleva a prejuzgar personas o acontecimientos, sino a desarrollar conductas estereotípicas cuando encarnamos determinadas posiciones. Para refrendar esta idea, el psicólogo Michael Gazzaniga cita un estudio donde estudiantes asiáticas realizaron un examen de matemáticas, obteniendo determinada calficación grupal media. Poco después, se sometió a la misma prueba a otro grupo con idénticas características, remarcándoles la importancia de su nacionalidad, y los resultados fueron más altos. Concluye Gazzaniga que los estereotipos, cuando se evocan, inducen tendencias estereotípicas.

Esto lo observamos a diario en cargos de responsabilidad que, investidos de una imagen pública, desarrollan sin darse cuenta un comportamiento alejado del suyo natural, pero perfectamente encuadrable en su posición. Necesitan externalizar una conducta estereotípica. En ocasiones, lo sufrimos de personas que actúan así inconscientemente.

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Estereotipos en Compliance

En Compliance, como en cualquier otra actividad humana, existe la tendencia a dejarse llevar por los estereotipos. Sucede cuando encuadramos a personas en categorías por su comportamiento o comentarios; también cuando somos más laxos o severos con individuos o grupos que hemos categorizado de antemano sin darnos cuenta. Tal vez nuestro cerebro nos aboca a ello por alguna bondad evolutiva, pero son aproximaciones peligrosas que no deberían obviarse, pues flirtean con la discriminación y pueden incluso degenerar en microagresiones.

El profesor Derald Wing Sue y varios de sus colegas las definieron como “breves y cotidianas humillaciones verbales, intencionadas o no, que transmiten desaires hostiles, peyorativos y negativos”. Aunque inicialmente se asociaron con aproximaciones racistas, el concepto se extrapoló después a cualquier tiempo de conducta o comentario de connotación negativa. Encuadrar a sujetos en estereotipos negativos es un primer paso para ello.

En el siguiente video realizo un recorrido por la génesis y utilidad de los estereotipos en Compliance, explicando los enfoques tanto de filósofos clásicos como de profesionales destacados en las esferas de la psicología, y de la psiquiatría. A raíz de sus planteamientos exploraremos enfoques fascinantes.