El BCE publica sus prioridades de supervisión para 2023-2025, ¿dónde pondrá el foco?

El Banco Central Europeo (BCE) publicó en diciembre sus prioridades de supervisión para 2023-2025, en base a su estimación de los principales riesgos y vulnerabilidades que afectan a los bancos. De igual forma que hizo durante 2020 por el Covid-19, el BCE ha vuelto a mostrar gran flexibilidad como supervisor en un año turbulento tanto geopolítica como económicamente, ya que los riesgos financieros y no financieros se han incrementado para las entidades. Por ello el BCE ha cambiado sustancialmente su hoja de ruta para abordar los nuevos riesgos derivados del conflicto en Ucrania y de la alta inflación.

Así, el BCE identifica para 2023-2025 siete vulnerabilidades prioritarias de los bancos a abordar mediante planes de trabajo específicos. Estas vulnerabilidades las organiza en lo que el BCE ha llamado “tres áreas prioritarias”

  • Reforzar la capacidad de resistencia ante perturbaciones macrofinancieras y geopolíticas inmediatas.
  • Afrontar los retos de la digitalización y potenciar las capacidades de dirección de los órganos de administración.
  • Intensificar los esfuerzos para hacer frente al cambio climático.

Estas vulnerabilidades identificadas van a dar lugar a toda una serie de acciones supervisoras:

1. Deficiencias en la gestión del riesgo de crédito, incluidas las exposiciones a sectores vulnerables.

El BCE llevará a cabo revisiones de la concesión y seguimiento de préstamos, de las prácticas de refinanciaciones y reestructuraciones, de los préstamos apalancados, y de las sensibilidades de las entidades a los diferenciales de los tipos de interés y de crédito, así como de sus exposiciones al riesgo de contraparte.

Adicionalmente, el BCE ha anunciado las siguientes campañas de inspecciones in situ:

  • Sobre la NIIF 9 —focalizadas en las carteras de grandes empresas, pymes y minoristas— y sobre bienes inmuebles comerciales/garantías.
  • Centradas en los distribuidores de energía y/o materias primas.
  • Sobre modelos internos de algunas carteras significativas de sectores vulnerables seleccionados, con el fin de evaluar la adecuación de los correspondientes modelos basados (IRB), modelos contables y marcos de gestión del riesgo de crédito.
  • Investigaciones de modelos internos y seguimiento para evaluar las modificaciones de los modelos IRB relacionadas con los nuevos requisitos regulatorios y los resultados de la anterior revisión específica de modelos internos.

2. Falta de diversificación de las fuentes de financiación y deficiencias en los planes de financiación.

El BCE va a solicitar a las entidades planes de liquidez y de financiación sólidos y fiables, que abarquen estrategias de salida y la mitigación de los riesgos de refinanciación y de las concentraciones en las estructuras de financiación.

Adicionalmente tiene planeado:

  • Una revisión de las estrategias de salida de las TLTRO III para entidades que dependan significativamente de esta fuente de financiación y sean vulnerables a los incrementos de los costes de financiación de mercado.
  • Un análisis de los planes de liquidez y de financiación de las entidades, incluyendo inspecciones in situ cuando proceda.

3. Deficiencias en las estrategias de transformación digital.

Por otro lado, el BCE tiene planeado publicar sus expectativas sobre las estrategias de transformación digital, así como del resultado del ejercicio de comparación realizado en 2022.

Además, llevará a cabo revisiones específicas de las estrategias de transformación digital y del uso de tecnologías innovadoras e inspecciones in situ sobre la transformación digital, que combinen tanto las dimensiones de TI como de modelo de negocio de las estrategias.

4. Deficiencias en los marcos de resiliencia operativa, concretamente los riesgos de externalización de TI y de seguridad de TI/cibernéticos.

A este respecto, el BCE ha anunciado las siguientes acciones:

  • Recopilación de datos y análisis horizontal de los registros de externalización para identificar interconexiones entre entidades significativas y proveedores externos y posibles concentraciones en determinados proveedores.
  • Revisiones específicas de acuerdos de externalización, medidas de ciberseguridad y controles de riesgos de TI.
  • Inspecciones in situ de la gestión de la externalización y de la ciberseguridad.

5. Deficiencias en el funcionamiento y en las capacidades de dirección de los órganos de administración

En este sentido, el BCE ha anunciado revisiones específicas sobre la eficacia de los órganos de administración e inspecciones in situ específicas. Y una actualización de las expectativas supervisoras sobre los mecanismos de gobernanza y la gestión de riesgos.

6. Deficiencias en la agregación y en la presentación de datos sobre riesgos

El BCE va a transmitir a las entidades sus expectativas relativas a la aplicación de los principios RDA. Y también realizará un análisis horizontal y/o inspecciones in situ de las entidades con deficiencias persistentes, así como una campaña de inspecciones sobre RDA.

7. Exposiciones significativas a factores de riesgos físicos y de transición

Sobre este aspecto, el BCE ha anunciado que va a llevar a cabo:

  • Un seguimiento de las deficiencias detectadas en el contexto de la prueba de resistencia sobre riesgo climático de 2022 y la revisión temática.
  • Un examen del cumplimiento por parte de las entidades de los nuevos requisitos de presentación de información de las NTE y de divulgación de información del Pilar 3 relacionados con el riesgo climático, y análisis comparativo de las prácticas de las entidades en relación con las expectativas supervisoras.
  • Análisis exhaustivos sobre el riesgo de reputación y de litigio asociados a las estrategias y a los perfiles de riesgos climáticos y medioambientales para entidades seleccionadas.
  • Trabajo preparatorio para analizar las capacidades de planificación de la transición de las entidades de crédito y su grado de preparación para los requerimientos relacionados con los riesgos ASG previstos en la CRD VI.

Adicionalmente a todo lo anterior, el BCE ha anunciado inspecciones específicas sobre aspectos relacionados con el clima, ya sea de forma independiente o en el marco de exámenes de riesgos individuales (por ejemplo, riesgo de crédito, gobernanza, modelo de negocio, etc.). Es por ello por lo que los bancos deben hacer un esfuerzo para adaptarse a estas nuevas prioridades del BCE, y hacer un primer ejercicio de identificación de las áreas en las que tienen debilidades, ocupándose prioritariamente a aquellas que hayan sido incluidas en sus planes de supervisión para 2023, para así desarrollar planes de acción preventivos para prepararse con anticipación e iniciar las tareas de subsanación.