La banca española, en un estado de forma razonablemente bueno

La fotografía de los resultados agregados de la banca española en el primer semestre de 2018 muestra, en general, un buen estado de salud. Es cierto también que suma las realidades de entidades muy diferentes, las de perfiles más globales y las más domésticas, las que han acometido operaciones en el 2017 y las que ya han digerido sus procesos de integración. A pesar de las diferencias, el resultado es razonablemente bueno y es previsible que así se mantenga en la segunda mitad del año.

 

Detrás de estos resultados se encuentran diferentes circunstancias y estrategias. Por un lado, la consolidación de la recuperación de la economía española ha influido directamente sobre la reducción de la morosidad o sobre el incremento de la inversión crediticia. Sin embargo, el impacto que el contexto de crecimiento podría haber tenido sobre los resultados de las entidades se ha visto también mitigado por el efecto de la política de bajos tipos de interés en los márgenes.

Por otro lado, los bancos españoles han seguido deshaciéndose de activos improductivos (NPLs) y en los últimos meses se han ejecutado numerosas transacciones que han redundado en la mejoría de las cuentas de resultados de los bancos respecto a las mismas fechas del año anterior. Del mismo modo, la aplicación de la nueva normativa contable (IFRS 9) se nota en la cifra de capital (CET 1) de las entidades, aunque el impacto no es muy relevante. Por último, las entidades mantienen su esfuerzo de contención de costes e incremento de la eficiencia.

En los próximos meses, la rentabilidad en un entorno de tipos bajos seguirá siendo el reto más relevante para el conjunto del sector bancario en España. De su mano, los cambios regulatorios o fiscales y la necesidad de invertir en transformación e innovación y seguir ofreciendo un servicio cercano y personalizado al cliente marcarán las claves estratégicas de las entidades.

Veremos cerrarse nuevas ventas de carteras y activos y, siguiendo las principales previsiones de evolución económica, seguirá aumentando el volumen de nuevo crédito concedido, especialmente en los segmentos de Consumo y PYMES. Buenas perspectivas aunque muestra, todavía, de un sector que necesita concluir su proceso de reestructuración y saneamiento.

 

Claves de los resultados agregados de los bancos españoles en el primer semestre del año

Resutaldos semestrales banca española 18
Resultados agregados de los bancos españoles en el primer semestre de 2018
  1. El entorno de tipos bajos de interés continúa presionando los márgenes de las entidades bancarias, aunque los resultados del primer semestre son positivos en líneas generales.
  2. Los grandes bancos españoles han incrementado en el primer semestre un 7,9% su beneficio neto respecto al año anterior, hasta los 8.595,6 millones de euro.
  3. La rentabilidad deL sector (ROE) también ha incrementado. Lo ha hecho en un 3,97% respecto al primer semestre del año pasado hasta alcanzar un 8,55% de media.
  4. El margen bruto de las principales entidades españolas suma 46.339,3 millones de euros, lo que supone un ligero descenso (0,36%) respecto al año anterior.
  5. Respecto al nivel de solvencia, se sitúa en el 11,38%, un 1,64% inferior respecto al primer semestre de 2017. En este indicador sufre un ligero descenso como consecuencia de la implantación de la nueva regulación IFRS 9. En vigor desde enero de 2018, esta nueva norma contable modifica significativamente el mecanismo de reconocimiento de provisiones ante potenciales pérdidas por incumplimientos de pago por parte de familias y/o empresas receptoras de financiación.
  6. Las entidades españolas han mantenido su tamaño en el primer semestre. Suman un activo total de 3,02 billones de euros, un 0,8% superior al del mismo periodo del año pasado. Además, suman 418.028 empleados, lo que supone un incremento del 0,32% interanual. Los bancos continúan con su estrategia de contención de costes y la búsqueda de una mayor eficiencia.
  7. La recuperación de la economía española continúa teniendo una influencia positiva en la tasa de morosidad. En este semestre morosidad ha descendido notablemente (-15,14%), alcanzando un 4,95% de media.

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