El impacto contable del compromiso para lograr las cero emisiones netas

Muchas empresas han asumido compromisos para alcanzar las cero emisiones netas y están empezando a surgir dudas sobre cómo afectan a la presentación de información financiera en virtud de las Normas de Contabilidad NIIF®, en concreto sobre cuándo se entiende que dichos compromisos generan y requieren el reconocimiento de un pasivo. Sin una norma específica de aplicación, valorar su plan para cumplir estos compromisos y utilizar un enfoque en tres pasos puede ayudar a una empresa a determinar las repercusiones contables y evaluar la necesidad de  reconocimiento de un pasivo.

Cuando una empresa establece el compromiso de tener cero emisiones netas —por ejemplo, para 2050—, esto suele implicar que reducirá sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta un nivel lo más cercano posible a cero y compensará sus emisiones restantes. Las compensaciones son absorciones verificadas de carbono (por ejemplo, plantando árboles que formen bosques y absorban CO2).

Los compromisos de cero emisiones netas suelen incluir las emisiones de toda la cadena de valor (definidas en el Protocolo de GEI como emisiones de gases de efecto invernadero de Alcance 1, 2 y 3), pero en ocasiones pueden incluir únicamente emisiones de operaciones directas (esto es, Alcance 1 y 2).

En este sentido, las empresas pueden establecer otros compromisos similares a este nivel, incluyendo los siguientes:

  • Neutralidad de carbono: A menudo se utiliza como un objetivo provisional (intermedio) hacia las cero emisiones netas. A diferencia de este último objetivo, no existe el requisito de reducir al máximo posible las emisiones brutas, es decir, se trata principalmente de un compromiso de adquirir y retirar las compensaciones resultantes (una vez neteadas) de carbono.
  • Emisiones de carbono negativas: compromiso de absorber más carbono del que emite una empresa en un año determinado.
  • Positivo para el clima: compromiso de lograr unas emisiones de carbono negativas para las emisiones totales de una empresa en toda su cadena de valor, similar al compromiso de cero emisiones netas.

Determinar los posibles impactos contables

No existe ninguna norma contable específica de aplicación a los compromisos de cero emisiones netas y similares. Para determinar los impactos contables, las empresas deben valorar su plan en profundidad, teniendo en cuenta que su nivel de detalle puede variar y evolucionar con el tiempo. Los posibles impactos contables de las acciones planificadas de una empresa incluyen:

¿Necesitas ayuda sobre las implicaciones contables derivadas de este compromiso?

¿Cuándo reconocer un pasivo vinculado?

Existen requisitos específicos en la NIC 37 Provisiones, pasivos contingentes y activos contingentes para determinar si existe un pasivo en la fecha de presentación de la información y, si es necesario, su reconocimiento en los estados financieros.

Resulta fundamental que las empresas entiendan la naturaleza de su compromiso y cómo van a cumplirlo. Dado que una empresa no puede reconocer un pasivo por pérdidas de explotación futuras, este solo se reconoce si las actividades concretas que la compañía tiene pensado realizar en el cumplimiento de su compromiso generan una obligación presente en la fecha de presentación de la información como resultado de un acontecimiento pasado (por ejemplo, «daño causado»).

Son tres pasos los que se deben tener en cuenta a la hora de evaluar si se ha de reconocer un pasivo en la fecha de presentación de la información (es decir, cuando una empresa tiene un compromiso que genera una obligación presente). Esta evaluación puede requerir aplicar un juicio de valor significativo, especialmente sobre si las declaraciones públicas realizadas por la empresahan generado una expectativa válida de cumplimiento en las partes interesadas y el público general.

impacto contable emisiones

Muchos planes de cero emisiones netas incluyen la promesa por parte de la  empresa de emprender acciones futuras; por ejemplo: adquirir compensaciones de carbono para cualquier emisión por encima de un nivel específico en un ejercicio concreto a partir de una fecha objetivo; y cambiar los proveedores para insumos clave en el proceso de producción a partir de una fecha objetivo una vez finalizados sus contractos actuales.

Estas promesas están relacionadas con acontecimientos futuros, no con «daños causados» en el pasado. En ese caso, la empresa no reconoce un pasivo cuando comparte públicamente sus planes para emprender acciones, solo lo hace cuando se cumpla la totalidad de las siguientes condiciones:

  • Existe una obligación presente como resultado de un acontecimiento pasado («daño causado»).
  • Es probable que se requiera una salida de efectivo u otros recursos para liquidarlo.
  • La empresa puede estimar razonablemente el importe correspondiente.

El Consejo Internacional de Normas de Contabilidad está revisando las directrices en materia de pasivos y podría considerar incorporar nuevos ejemplos que ilustren cómo aplicar la NIC 37 a los compromisos de cero emisiones netas.

Acciones clave

Los usuarios de los estados financieros, los reguladores y el público general prestan cada vez más atención a los compromisos de cero emisiones netas de las empresas. Se pone especial foco y se demanda que se explique cómo se reflejan en los estados financieros los anuncios de las empresas que son publicados por los medios de comunicación, redes o a través de sus páginas web.

Las empresas deben comprender las repercusiones e impactos a incluir en la información financiera derivada de los compromisos de cero emisiones netas, que a menudo dependen del detalle que presente el plan de acción que los acompañe, contar un relato consistente y explicar qué acciones planificadas generan o no un pasivo en la fecha de presentación de la información financiera. Como también resulta fundamental estar al día de las novedades en materia de normas que esperamos sean frecuentes en su ambición por recoger la casuística que se va a ir presentando.